Al momento, la Secretaría de Salud (Sesa) está diseñando un tratamiento para atender el síndrome post-Covid que padece la mayoría de quien logró recuperarse y que se presenta como insomnio, pérdida de peso, problemas gastrointestinales, enfermedad renal aguda, secuelas neurológicas, dolores de cabeza e, incluso, pérdida del gusto, olfato o con problemas emocionales, afirmó el titular de la dependencia, René Lima Morales.
Explicó que están indificando datos clínicos más importantes o síndromes clínicos más comunes, pues el enfrentarse a una enfermedad como esta, se generan alteraciones en la producción de neurotransmisores y esto, por ende, genera cambios en la dinámica de la fisiología cerebral.
“Lo que estamos haciendo es tal como lo hicimos con TNR4, que es clasificar para tener entonces un panorama más claro y, de acuerdo a lo que tengamos clasificado, generar una estrategia de atención”, indicó.
Eso sí, aseguró que hasta ahora la Sesa brinda solamente el seguimiento psicológico, pero con este no se podrán abatir problemas respiratorios de fibrosis, porque hay algunos que se quedan con cierta restricción pulmonar, esto para saber cuál sería la estrategia más importante a seguir.
Insistió en que deben tenerlos clasificados, afinar todas las estrategias y justo en eso están, viendo cuáles son los que más se repitieron para tener acción contundente contra eso.
COVID-19 LIMITA CIERTAS ACTIVIDADES DIARIAS
Sin embargo, aceptó que los recuperados han tenido ciertas limitantes en su vida diaria a causa de estas secuelas, de ahí que es necesaria esta siguiente fase, que tiene que ser atender las complicaciones o daños de los que se recuperaron.
Hay quienes han tenido limitantes importantes durante los primeros tres meses; incluso lleva un año en México la pandemia y habrá que seguir vigilantes de qué complicaciones a largo plazo tiene, pues es un virus RNA, de ahí que tenemos que esperar mínimo cinco años para saber cómo se catalogó, qué secuelas pudo haber dejado de forma más verdadera y verídica, subrayó.
- Personas que previamente eran diabéticas y que no tenían datos de enfermedad renal crónica, empiezan a presentarlas luego de infectarse de Covid-19.
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