Hablar sobre la experiencia de sobrevivir o vivir con cáncer de mama no es fácil, por el contrario, se trata de una situación con matices de tristeza y nostalgia que denotan en su voz y en su mirada aquellas mujeres que comparten sus historias de vida, pero que lo hacen para concientizar a las personas sobre la importancia de la detección temprana.
Ese es el caso de Griselda Juárez Vázquez, jefa de la Unidad de Atención al Derechohabiente del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado en Tlaxcala y sobreviviente al cáncer de seno, quien dice que es fundamental la actitud con la que se decide enfrentar esa enfermedad.
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Ayer, durante la conmemoración del Día Internacional de Lucha Contra el Cáncer de Mama por parte del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, Gris, como es conocida por amigos y familiares, compartió el proceso que vivió para derrotar esa enfermedad, con el único fin de dar un mensaje de fortaleza y amor a la vida, y ofrecer empatía y solidaridad con las mujeres que luchan contra esa enfermedad.
Contó que cuando el cinco de agosto de 2020 le diagnosticaron cáncer de mama en etapa II B su vida dio un giro de 180 grados.
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Así, inició su batalla contra esa enfermedad. Durante el proceso vio caer su cabello, cejas y pestañas; su cuerpo se debilitó y deterioró, pero su fe en Dios nunca decayó y eso fue lo que le permitió librar la batalla.
Salir de la operación fue un gran paso, concluir las sesiones de radioterapia me llenó de alegría porque sabía que el cáncer se estaba yendo de mi cuerpo… es una enfermedad muy difícil, pues afecta física, emocionalmente, familiarmente y en varias ocasiones te incapacita para laborar, lo cual agradezco no fue mi caso,añadió.
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Señaló que una paciente de cáncer necesita empatía y aceptación, y que no basta con decir que se debe luchar, sino que es necesario educar en la prevención.
Por eso, exhortó a las mujeres a que cada vez que vean un moño rosa se toquen, acudan al médico, mejoren sus hábitos y se hagan la mastografía porque el cáncer no ve edad, tamaño de los senos o maternidad, es silencioso y puede llegar a cualquier persona.
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