- A pesar de los desastres naturales registrados constantemente, todavía no hay una cultura de protección civil, sostiene Tania Pérez
A orientar las políticas públicas contra el calentamiento global, instó a los tres órdenes de gobierno la doctora Tania Pérez Sánchez, miembro del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México, esto tras impartir la conferencia “El cambio climático y las ciencias biológicas” a jóvenes de la Facultad de Agrobiología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
En su disertación, durante el XXXV aniversario de esa Facultad, la experta reprochó que debido al poco interés de las autoridades por destinar recursos a programas que ayuden a paliar este problema y a tomar conciencia de los riesgos que existen no solo a nivel estado, sino mundial, los efectos meteorológicos se recrudecen.
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Por lo anterior, consideró importante generar propuestas de adaptación a las temperaturas que se están presentando, para tratar de eliminar el paradigma de que la naturaleza o los fenómenos matan a las personas, pues la verdadera razón es que no existe el reconocimiento de la vulnerabilidad y, desde ese punto, poder atacarla.
“El riesgo es la combinación de la amenaza y el peligro causado por una lluvia, granizada o cualquier otro fenómeno, pues somos vulnerables y esas políticas deben adecuarse al entorno en el que estamos para saber la vulnerabilidad y disminuirla”, explicó.
Asimismo, indicó que a pesar de entender y caracterizar los fenómenos naturales no existe una cultura de la protección civil pues, aunque cada año suceden las mismas afectaciones, no se hace nada al respecto para corregirlas.
Ante eso, destacó la importancia de conocer estos fenómenos pero, aún más importante, conocer la vulnerabilidad y poder atacarla.
Por otro lado, mencionó que este tema es de suma preocupación para todas las áreas, debido a que los impactos pueden afectar los distintos rubros como la agricultura, ganadería y turismo, entre otros.
“El antropoceno es una etapa de grandes cambios provocada por el ser humano, pero la interrogante es saber si estamos preparados como sociedad o sectores productivos para estos cambios extremos y las consecuencias que pueden traer”, ahondó.
Finalmente, dijo que aunque los gases de efecto invernadero son necesarios para tener una atmósfera y preservar la vida, el aumento de la temperatura es alarmante y que debe ocupar a los gobernantes.
EFECTOS
De 1880 a 2012, la temperatura media anual de la tierra aumentó en 0.85 grados centígrados, lo que provocó que los glaciares disminuyeran y el nivel del mar se elevara.
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