Este día los católicos celebran la fiesta de Todos los Santos.
De acuerdo con el catolicismo se trata de quienes murieron y ya superaron el purgatorio y que ahora disfrutan de la presencia de Dios, pero no es un festejo solo para beatos o santos que han sido canonizados, sino también para quienes no forman parte de esa lista de la Iglesia.
En las ofrendas, las familias colocan todo tipo de alimentos, veladoras, flores y agua y sal.
Esos dos últimos elementos básicos que representan la fuente de vida que se ofrece a las ánimas para que mitiguen su sed después de su largo recorrido y para que fortalezcan su regreso, y la purificación, para que el cuerpo no se corrompa, en su viaje de ida y vuelta para el siguiente año, respectivamente.
Este día es también cuando aumenta la afluencia en los Camposantos ya que las familias acuden a limpiar las tumbas de sus seres queridos y a embellecerlas con flores.
Algunas personas colocan también sobre la última morada de sus familiares algún alimento o bebida que en vida era de su preferencia, algún objeto personal y en el caso de niños y bebés un juguete.
Este día también es aprovechado por comerciantes de temporada que afuera de los panteones venden desde las tradicionales flores hasta botes de plástico y lata para colocarlas.
Incluso, en algunos casos como el panteón municipal de Apizaco hay jóvenes que se ofrecen para llevar el agua hasta la última morada de sus seres queridos.