En la comunidad de Belén, en Apetatitlán, existen más de 20 productores de orquídea o “flor de mayo” de la variedad Ellia Especiosa, quienes se dedican a cultivarla para su venta en el mes de mayo, pues su floración coincide con la celebración del Día de la Madre.
Según un escrito realizado por la cronista municipal, Lizzeth Guadalupe Chamorro, la llegada de la orquídea a la comunidad fue en la época de la Revolución, pues la producían para forraje de caballos, trayéndola de otras regiones y colocándola en los árboles de zapote para evitar que la consumieran en su totalidad y llevarlas hasta el final de su trayecto.
Actualmente, en la población es común observar los árboles de zapote cubiertos por los “camotes” de la orquídea, donde se pueden encontrar hasta 200 matas, las cuales producen una flor cada una.
Ante esto, los orquicultores desde hace cinco años crearon la expoventa de la orquídea, en donde participan alrededor de 15 de ellos expendiendo las distintas variedades que han logrado reproducir, la mayoría de estas en arreglo florales que oscilan entre los 40 y 600 pesos, pues todo depende del número de flores que éste contenga.
Al respecto, Leticia Tlamintzi Méndez, una de las expositoras, señaló que la creación de este espacio les ha ayudado a difundir esta tradicional venta, pues las personas se acercan a adquirir los productos que se elaboran en la comunidad.
“Anteriormente no se daba a conocer mucho, pero después de esto se incrementó la venta, tanto que en años anteriores han arribado un aproximado de 400 personas, mismas que esperamos en este año”, detalló.
Asimismo, mencionó que este negocio sí es rentable, pues su cuidado no es muy delicado, porque la planta se encuentra en los árboles, solo se riega, se cuida muy bien y cada flor puede llegar a costar hasta unos 35 pesos.
Además, reveló que el precio alto por el que se conoce es debido a que su floración es una vez al año y esta tarda hasta 45 días en marchitarse y morir.
A mediados de abril se ya se logran ver los botones y después de 15 días ya se puede ver en su esplendor la flor
Leticia Tlamintzi / Orquicultor