Propietarios y ejidatarios que producen haba, maíz y calabaza en las faldas de la Malinche, comenzaron con las quemas de residuos agrícolas previo al nuevo ciclo de temporal primavera-verano.
Ya que la tierra tiene un poco de humedad por las lluvias que dejó el mes de enero, es que en forma manual labran las tierras que antes eran de uso forestal. Y aunque saben que están prohibidas las quemas se arriesgan y ponen en peligro los macizos forestales.
Además, algunos aprovechan la poca vigilancia de los bosques a cargo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente para quemar pastizales y fomentar el pastoreo.
Como a la línea perimetral no se puede acceder, no hay operativos del Ejército Mexicano ni de la policía estatal.
De hecho, ya se registraron los primeros incendios forestales durante la temporada de sequía, pero han sido controlados por brigadas adscritas al Parque Nacional Malinche.
La Comisión Nacional Forestal (Conafor) estima que el 90 por ciento de las conflagraciones en la entidad son provocados por el hombre.
Eso sí, ha pronosticado menos en el “pulmón” más importante para Tlaxcala. Hasta el último de enero se tenían reportes de 10 incendios, todos controlados en menos de cuatro horas.
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