Jorge Tulio Brindis Olvera, propietario del Rancho San Pedro, santuario de la luciérnaga, ubicado en Nanacamilpa, aseveró que cada año lograba una derrama económica de 400 mil pesos, pero ahora, por la reducción en el aforo de personas, calcula que sus ganancias se desplomarán hasta en un 50 %.
Entrevistado en el municipio, aseveró que el aforo de turismo permitido depende de la extensión territorial de cada santuario y en su caso, solo le autorizaron ingresar a 300 personas máximo, en distintos grupos.
Económicamente si hay una importante afectación, pero bueno, primero está la salud de los visitantes y la tranquilidad de nuestras luciérnagas, que son las que nos dan de comer, soltó.
Además, dijo que tiene nueve años trabajando como microempresario turístico y considera que debido a los “descansos” de los años anteriores y la reducción de personas en este 2021, el bosque y los insectos lo “agradecerán”, porque se deja en paz la reproducción del insecto y el entorno en calma.
Por otro lado, admitió que varios dueños de sitios de avistamiento tienen formación silvícola y por ende cuidan el entorno de la luciérnaga y procuran que estén en un ambiente tranquilo, así que para lograrlo, contribuyen con el bosque.
En el caso particular de Rancho San Pedro, hemos trabajado el bosque desde hace mucho tiempo y por lo mismo, cuidamos el entorno, aunado a las capacitaciones que hemos recibido por parte de la Secretaría de Turismo, aseguró.
Al respecto, Brindis Olver admitió que este año algunos centros de avistamiento se vieron afectados por incendios forestales y plagas, por lo que les han encomendado ceñirse a programas de reforestación.
A lo largo de estos ocho años, hemos sembrado alrededor de 25 a 30 mil arbolitos, de la especie Pinos Silvostrobus, algunos Pinos Patula y Pinos Leiophylla, los cuales, en algunos casos los hemos conseguido por nuestros propios medios.
- 50 por ciento es el desplome de ganancia que estiman en centros de avistamiento durante este año
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