La violación de los derechos humanos es porque el Estado no participa de manera significativa ya sea por desinterés, omisión o incapacidad, admitió José Antonio Mateos Castro, panelista de la mesa “La dignidad como fundamento de los derechos” en el coloquio: una revisión del paradigma de los derechos humanos en modernidad tardía.
En el anexo de Rectoría de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT), el profesor de la Facultad de Filosofía y Letras aseveró que hay una violación constante a los derechos civiles y sociales, en este sentido la filosofía profundiza y, en su caso, da directrices.
Si un estado que ni siquiera conserva la vida es un estado débil, fracturado, fallido, sin legitimidad y sin legalidad en donde todos estamos expuestos a la voluntad de ser objetados, dominados y violentados por cualquier poder arbitrario
Expuso que un claro ejemplo cuando son vulnerados es ensituaciones de corrupción
En la compra de un servicio público muchas veces tenemos que dar un moche para poder acceder de una manera más rápida y expedita, en las relaciones en el hogar y una manera más extrema, es la desaparición de los sujetos
En este contexto, aclaró que la manera de protección como una cualidad insustituible e innegable de cada persona, es orientar y reestructura las prácticas de las Instituciones y del Estado Mexicano
Eso implica una fundamentación que regule las relaciones humanas para que no haya violaciones constantes a estas garantías
En esta mesa de discusión, participó el rector de la UAT, Luis Armando González Placencia con el tema “Derechos a la venta: mercantilización de los derechos humanos en el contexto de la posverdad”.
Si no hay un estado que nos puede defender de un poder arbitrario, nos pueden desaparecer, violentar y cometer una injusticia