PDebido a lo engorroso del trámite en la Procuraduría General de Justicia del Estado y amenazas de policías, los migrantes centroamericanos deciden no denunciar los abusos de los que son objeto en su paso por el estado, aseveró Norma Mendieta Mendieta, coordinadora de incidencias en políticas públicas del Centro de Atención a la Familia Migrantes Indígena.
Entre las vejaciones, detalló que los migrantes sufren golpes, amenazas, robos y hechos de corrupción, por parte de las policías estatal y municipal, aunado a las desapariciones forzadas por parte del crimen organizado en otros estados del país.
“A pesar de que se cometen delitos contra los migrantes, es muy difícil lograr que se le reconozca como víctimas del delito, si se lograra ese estatus, los migrantes sureños podrían estar en otras condiciones dentro de nuestro país, en una estancia regular, pero no es así”, aseveró.
Por el contrario, declaró que cuando los hondureños o guatemaltecos pasan por Tlaxcala y son violentados sus derechos humanos y deciden denunciarlo, al llegar a los Ministerios Públicos hay intimidaciones y amenazas, por lo que prefieren no denunciar y seguir su camino.
“Son circunstancias propias del discurso de discriminación y xenofobia que aumentado en Estados Unidos de América y tiene resonancia aquí en México, pero son palabras de discriminación humana”, precisó.
La activista destacó que a pesar de que las personas dejan su país para buscar mejores oportunidades de vida o porque salen huyendo de la cruda violencia, los mexicanos y los estadounidenses los ven como criminales, violadores y esto los estigmatiza.
Aseveró que como resultado de las políticas de control migratorio y la estrategia de seguridad implementada por el gobierno mexicano, los migrantes quedaron entre dos fuegos, por un lado, las violaciones a los derechos humanos de la Patrulla Fronteriza, policías locales y el Ejército Mexicano; y por otro lado, frente al crimen organizado que ve a los migrantes como mercancía.
Por último, pidió a la sociedad tlaxcalteca y a las autoridades, generar conciencia sobre el fenómeno y procurar un camino menos sinuoso, es decir, reducir el calvario de los migrantes.
A pesar de que se cometen delitos contra los migrantes, es muy difícil lograr que se le reconozca como víctimas del delito, si se lograra ese estatus, los migrantes sureños podrían estar en otras condiciones dentro de nuestro país, en una estancia regular, pero no es así
NORMA MENDIETA / COORDINADORA DE INCIDENCIAS EN POLÍTICAS PÚBLICAS
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