A casi dos meses de que fue develada en Santa Cruz Tlaxcala la escultura del tradicional “Catrín” tallado en un tronco de árbol de encino por el artesano tlaxcalteca José Luis Vásquez Sánchez, fue vandalizada por sujetos desconocidos que intentaron prenderle fuego.
Lo anterior, dijo el artesano, “representa un atentado a la cultura y al arte”, tras conocer el daño que sufrió su obra por “gente inculta”, lamentó.
“Hemos visto muchas veces que se ha vandalizado arte, como puede ser murales, algunas esculturas de piedra o metal, en esta ocasión nos tocó en madera tallada y más que nada es un sentimiento muy triste de que algunas personas no saben apreciar el arte”, expresó.
Asimismo, agregó Vásquez Sánchez que la gente que intentó quemar la escultura, no tiene idea de las horas que se invierte para la elaboración de una pieza, además del esfuerzo y creatividad del artesano.
Aunque se cataloga como orgulloso artesano, más que un artista, informó que la obra de arte localizada a un costado de la antigua estación del tren, representa una de las piezas más significativas y representativas de las que ha realizado en su taller localizado en la comunidad de Tizatlán.
Adelantó que esa escultura fue la primera de otras más que se colocarán en cada comunidad y la siguiente será la de San Miguel Arcángel, cuya pieza ya está terminada y entregada al alcalde santacrucense Miguel Ángel Sanabria Chávez.
“El Catrín” dañado
José Luis Vásquez Sánchez informó que en los próximos días acudirá al municipio de Santa Cruz Tlaxcala para evaluar los daños de la escultura del “Catrín” y restaurarla.
Explicó que dicha obra está tallada ciento por ciento a mano en un tronco de encino de aproximadamente 1.60 metros de altura por 55 centímetros de diámetro, para su realización tuvo que estudiar varias imágenes de huehues y seleccionar la figura más acorde a la estructura de madera.
Después, invirtió tres semanas con trabajos de nueve horas diarias entre dos personas para culminar la pieza.
Finalmente, el artesano invitó a la sociedad tlaxcalteca a cuidar y valorar las obras de arte, que son la riqueza cultural para las nuevas generaciones.
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