Varios metros después de la iglesia de San Bartolomé Tenango, comunidad perteneciente al municipio de Tetlatlahuca, hace un año fue colocada una “curiosa” estatua de dos coyotes que, a decir de algunos ciudadanos, se trata de una especie que es símbolo importante para ese poblado.
Las piezas elaboradas a base de cantera fueron colocadas en el cruce que hacen la calle 5 de Mayo y la avenida Hidalgo, y despierta la curiosidad de las personas que transitan por esa vía que conecta al municipio de San Damián Texoloc con otros como Zacualpan y Nativitas.
El ciudadano David Cuando Solano y el presidente de esa comunidad, Roberto Ramos Pérez, contaron a este Diario que hace muchos años, antes de que creciera la mancha urbana, en San Bartolomé Tenango abundaban los coyotes, aunque también espacies de codorniz y hasta de correcaminos.
Señalaron que andaban por todo el territorio, libres, y que al tratarse de una especie basta se los coyotes convirtieron en un símbolo de su comunidad, algo que les dio identidad, pues esa característica de la fauna les valió para que los ciudadanos sean conocidos en la región como "los coyotes".
Sin embargo, indicaron que al pasar del tiempo y con la inminente construcción de las casas, esos animales poco a poco se alejaron de la zona urbana hasta prácticamente desaparecer.
Además, mencionaron que parte de su extensión del sitio, puesto que tampoco es posible encontrarlos en barrancas o zonas despobladas, es porque los mismos pobladores los mataban para evitar que se comieran a sus animales de traspatio.
Así, como una forma de recordar la presencia de los coyotes en esa comunidad, el año pasado colocaron y develaron las dos estatuas: un coyote y una coyota juntos, montaron sobre una plancha de concreto.
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