Entre llanto, aplausos y música norteña, familiares, voluntarios de cuerpos de emergencia y amigos dieron el último adiós al paramédico Víctor Manuel Ubaldo López, quien falleció calcinado la tarde del 10 de julio en el interior de su domicilio en la población de Calpulalpan.
Tras una semana de espera, decenas de personas se dieron cita en la parroquia de San Antonio de Padua la tarde de este martes para recibir la carroza que trasladó el cuerpo de Apizaco a Calpulalpan, donde un sacerdote ofició una misa y, posteriormente, fue llevado a las instalaciones que ocupa la Cruz Roja.
En la institución tuvo lugar el último pase de lista al paramédico quien ingresó a la Cruz Roja en 1990 y llegó a ser coordinador del Comité Local de Juventud.
El deseo de ayudar de una manera profesional motivó al hoy extinto a integrarse a la escuela de Técnicos en Urgencias Médicas, donde formó parte de la primera generación de egresados y obtuvo la certificación como tal, además de que participó en labores de ayuda humanitaria en contingencias naturales que afectaron a los estados de Hidalgo, Guerrero, Campeche, Puebla, Oaxaca y Tabasco.
La presidenta de la Cruz Roja en Calpulalpan, Aida Madrid Martínez, afirmó que fue un elemento que dedicó más tiempo a la institución que a su familia, por lo que fue parte del consejo directivo y partió de la delegación en el año 2008, ya que laboró como en el hospital general de la Secretaría de Salud, así como en las empresas Asesoría Especializada en Protección Civil y Emergencias Médicas y Ambulancias de Atención Médica de Cuernavaca.
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