Doña Eladia Manuel Pérez tiene 48 años, pero desde que tenía 12 aprendió de su madre a elaborar y cocer tortillas de maíz nativo.
-¿Qué le falta a esta comunidad?, cuestionó el reportero.
-Nos falta una universidad, los jóvenes desertan y se van a las fábricas, no tenemos agua potable, hay calles oscuras y se llevan a las mujeres para prostituirlas en Puebla.
En entrevista, dijo que en San Isidro Buensuceso la mayoría de las féminas preparan nixtamal y lo martajan en el metate para su cocción.
Compramos el maíz blanco en seis pesos el kilogramo, no tenemos terreno para sembrar y vendemos a 14 pesos el kilo de tortilla,mencionó.
Pero, relató que para subsistir alterna la hechura de tortillas artesanales con la venta de flores naturales.
Y explicó que aunque tienen licuadora y molino de mano, mantienen la costumbre de moler, el maíz principalmente, en metate y molcajete.
Al igual que la vivienda de doña Eladia, en San Isidro existen unos tres mil hogares en donde las familias viven hacinadas, pues cuentan únicamente con una habitación y su cocina.
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