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Pescadores de la represa ubicada en el municipio de Atlangatepec no cuentan con relevo generacional, es decir, son hombres con experiencia que se jubilarán sin tener a quién enseñar el oficio y esto pone en riesgo la actividad en la demarcación.
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Las cuatro organizaciones pesqueras denominadas: San José Atlanga, La Trasquila, Zacapexco y Ozumba, enfrentan una problemática similar a la agricultura, la dificultad de captar a nuevas generaciones que decidan dedicarse a esta actividad productiva.
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El pescador Fernando Godínez Nava sostuvo que ahora es muy difícil cumplir con la meta anual y que a esto se suma el contar con menos apoyos del gobierno.
La actividad pesquera en la presa San José, ubicada en el municipio de Atlangatepec, cuenta con los mismos acuicultores que tienen más de 60 años, los mismos que cumplió el embalse desde que fue inaugurado por el presidente de México, Adolfo López Mateos en abril de 1961.
Al inicio de la década de los ochenta, la acuacultura recibió impulso a través de la entonces Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, ahora la actividad ya no es rentable como en esa época.
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En ese tiempo, correspondió al biólogo Alí Chumacero López capacitar a unos 75 campesinos en la siembra de carpa. Luego fue construido el Centro Acuícola donde cultivaron semilla de carpa de diferentes especies para distribuirla en los cuerpos de agua en Tlaxcala. Al mismo tiempo, sembraron en el embalse carpa, charal, acocil y ajolote, poco a poco se fue reproduciendo en la presa más importante de Tlaxcala.
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Recordó que su difunto padre Ángel Godínez Castro se encargó de enseñar el arte de pesca a los habitantes del municipio. “Como la presa de Apan, Hidalgo se secó, mi padre se vino a vivir a La Trasquila, desde entonces, todos recibieron la capacitación para ingresar al embalse en las canoas sin que se ahogaran”, expresó el pescador de 66 años.
Recordó que la pesca floreció en la zona serrana de Tlaxcala vendíamos la carne de pescado a buen precio, carpa y charal, pero con el paso del tiempo, el gobierno dejó de apoyarnos y ahora estamos en el olvido
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Comentó que quedan unos 30 pescadores y “no todos trabajan, el lunes es obligatorio de descanso y la presa se está secando, pues anda a la mitad de su nivel”.
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Refirió que antes los gobiernos municipal y estatal promovían el ecoturismo en la presa, con viajes en las canoas, venta de caldo de pescado o frito, pero ahora “no tenemos apoyo de ninguna autoridad”.
Expuso que esto ha ocasionado que el precio del kilogramo de carne de pescado no tenga aumento desde hace 10 años.
Destacó que la carne de pescado contiene proteína animal saludable para los consumidores, pero poca gente la compra.
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-¿Cómo es la vida de un pescador?
-“Levantarse a las cinco de la mañana, ingresar al embalse para revisar las redes de cerco y sacar las carpas que quedan atrapadas, salir a las diez de la mañana y buscar la venta para subsistir”.
"Pienso que el gobierno todavía está a tiempo de rescatar la pesca en Tlaxcala, con un cambio de rumbo en las políticas sobre la acuacultura, con promoción turística que garantice un buen mercado en esta región”
Fernando Godínez Nava, pescador
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