El fervor hacia la madre de Dios en su advocación de la Virgen del Carmen, invadió al pueblo de Tequexquitla. En la oscura noche las calles del municipio situado al oriente de Tlaxcala, fueron adornadas con pendones, ramos de flores y tapetes de aserrín, todo preparado para la procesión.
Personas de todas las edades acompañaron el acto religioso. A las 23:00 horas del 15 de julio la Virgen del Carmen -una hora antes de su festividad- fue descendida de su nicho en el templo parroquial para visitar, como cada año, a su pueblo.
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Apareció ataviada en vestido de color café y manto blanco -en brazos con un niño- y entre las luces resplandecientes resaltaba su larga cabellera.
A las 00:00 horas los mariachis le cantaron las “Mañanitas” a la Virgen del Carmen.
La procesión tardó siete horas y media, los migrantes -un 30 % de la población de la demarcación- regresaron para participar en la celebridad. Tequexquitla es uno de los tres municipios con mayor rezago social en Tlaxcala, sin embargo, para venerar a la madre de Dios no se midieron y como reza el dicho popular: echaron la casa por la ventana.
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En las calles, las familias se lucieron en el diseño de tapetes de flores de dalia y aserrín. En el atrio del templo dos impecables alfombras -diseñadas por manos de huamantlecos- con la imagen de la Virgen del Carmen fueron el atractivo.
La familia Báez dedicó a la Virgen un diseño con nopales, quiotes de maguey y ardillas; un escenario desértico propio de Tequexquitla.
A la cita religiosa empoderada por el extinto párroco José Rojas Valdez, no faltó nadie, es decir, campesinos, costureras, dueños de negocios, amas de casa, personal del ayuntamiento y desempleados, volcaron su amor a la madre de Dios.
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Dos grupos de infantes y adolescentes ataviados con ropajes de los aztecas, recordaron la identidad del pueblo con bailes prehispánicos.
Y fue conmovedor observar a personas enfermas y en silla de ruedas, pedirle en oración a la santa patrona que interceda ante Dios y sanen pronto.
MURALLAS DE FUEGO
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Durante la noche mágica de luces artificiales, Santa Carmela fue recibida con murallas de fuego en cada esquina. Las calles se iluminaron con innovadoras artesanías explosivas del otro arte efímero, la pirotecnia. Bombas japonesas de 30 a 50 repeticiones con luces y efectos multicolores.
Portadas brillantes de imágenes religiosas y ruedas de dos metros con figuras de corazones y flores iluminaron el cielo esa noche.
Además, fugaces luces de cascada, bombas, piromusicales, fuentes de chistera con bengalas y bazucas de confeti, todo con dedicatoria a la santa patrona.
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Y no faltaron los disparos de cohetes de trueno, silbato y de luz que artesanos de 10 talleres con permiso militar, quemaron durante la procesión; la noche se iluminó en repetidas ocasiones.
Fue la fiesta religiosa que reunió a los artesanos, previo a la “Noche que Nadie Duerme” en Huamantla para el mes de agosto. Durante la noche, fue difícil calcular la quema de pirotecnia; el compuesto químico que resulta del aluminio y el azufre dejó su huella en las calles.
Y el gozo en los corazones de las personas por la presencia de la Virgen del Carmen fue evidente; en los rostros de niños, adolescentes, mujeres y hombres quedó constatado.
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Su fe inquebrantable está muy arraigada y se vive con gran entusiasmo tras lo que dejó la pandemia que cumple tres años de haber llegado de Asia.
La señora Tania N., ama de casa, afirma que la Virgen le ha concedido muchas bendiciones.
- 7.5 horas duró la procesión; la gente acudió llena de esperanza luego de tres años de la pandemia de Covid-19.
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Los artesanos adornaron 14 calles con tapetes de aserrín y dalias multicolores para recibir a la patrona del pueblo.