Murales, desfiles, leyendas y altares se extrañaron en el Pueblo Mágico. Desde finales del mes octubre, los huamantecos esperamos con ansias las festividades de todos santos y fieles difuntos, pero este 2020 -año de la pandemia- será diferente, la autoridad ha anunciado el cierre temporal de los cementerios y se cancelaron las concentraciones masivas en torno a la festividad.
La tierra de los muéganos goza de una vasta tradición oral y en estas fechas las leyendas cobran mayor auge, testimonio de ello fue la recopilación hecha por Fructuoso Sánchez Solís en el libro “Huamantla en la poesía y la leyenda”, editado en 1976.
En el apartado “Por el mundo del misterio y la leyenda”, destaca “Un encuentro macabro”, “Una petición póstuma” y “Una petición de ultratumba”. Pero es en “Un amor inquebrantable” el relato de un amor imposible entre Julia y Pedro, vecinos de la calle de la Santísima y la calavera -hoy Galena esquina con Allende- cuyo trágico fin da origen a una de las tradiciones más populares del día de muertos en Huamantla: la confección de mural de “La calavera”.
En la víspera de las festividad de todos los santos, vecinos pintan un mural alusivo a la leyenda de los enamorados, no hay fecha exacta del inicio de esta costumbre pero data ya de muchos años, ahora Sergio Hernández, Fernando Espinoza y Felipe Moreno continúan plasmando esta obra.
También en la esquina de la antigua calle de san Sebastián, hoy Galeana entre Bravo y Narciso Mendoza, junto al cementerio municipal, desde hace 42 años Graciano y Bernardo Hernández junto con Eulalio y Alfredo Carrillo pintan el “Mural del panteón”, cada año el diseño es diferente, el pasado lo titularon “Borrachos hasta la muerte”.
*Cronista y divulgador cultural, colaboración especial.
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