Después de dos años de que abandonara la entidad, la división de Gendarmería de la Policía Federal (PF) regresó a Tlaxcala para hacer frente a los criminales que roban a Ferrocarriles Mexicanos (Ferromex).
Desde hace una semana, los uniformados se establecieron a tres kilómetros de la comunidad de Lázaro Cárdenas, en Huamantla, donde por lo regular operan los delincuentes.
Además, pondrán especial interés en capturar a líderes de bandas de huachicoleros como “El Bukanas” y su familia, quienes operan desde el Triángulo Rojo hasta Tlaxcala.
Y es que a diferencia del primer regimiento que llegó a Apizaco en 2017 y que se instaló en un lujoso hotel, estos elementos se situaron en cajas tipo tractocamión en tierras de labor, lugar donde descansan.
De hecho, apenas hace un mes se registró una balacera entre maleantes y uniformados con saldo de un policía gravemente herido.
La Gendarmería mantiene estrecha comunicación con la Comisión Estatal de Seguridad (CES) y con las comisarías de Seguridad de Huamantla, Apizaco, Tlaxco, Tequexquitla, Xaloztoc y Domingo Arenas.
Los gendarmes vigilarán los más de 170 kilómetros de vías férreas en tierras tlaxcaltecas, con la finalidad de disminuir los atracos al tren.
QUÉ DICEN LOS ALCALDES
- Julio César Hernández y Jorge Sánchez, de Apizaco y Huamantla, respectivamente, coincidieron que la presencia de militares y gendarmes en sus jurisdicciones reducirá la incidencia delictiva.
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