Por no cumplir con diversos requerimientos legales, hace aproximadamente dos meses personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) clausuró las actividades en el restaurante especializado en hamburguesas a la parrilla, ubicado en Atempan, municipio de Tlaxcala.
Inconforme con esa determinación, esa empresa inició un litigio en contra de la instancia estatal al argumentar una extralimitación en sus funciones y no ser competente para hacerlo. Incluso sus empleados protagonizaron un cierre parcial de una de las principales avenidas de la capital.
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Sin embargo, los tres amparos que ha promovido para echar atrás esa suspensión y además ganar una indemnización económica han sido rechazados por la autoridad federal, pero el pleito legal emprendido por el restaurante sigue su curso.
Al respecto, Protección Civi, titular de la CEPC, explicó que como parte de los constantes recorridos que hacen en todos los comercios en Tlaxcala para verificar que cumplan con los requisitos de operación, hallaron una serie de irregularidades cometidas por dicha empresa, como una licencia de funcionamiento caducada y la falta del Programa Interno de clausural revisado y aprobado.
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Lo que nos preocupó más es que ni siquiera tenía los dictámenes de la instalación eléctrica, de gas ni estructural, pues después de cualquier sismo debe existir una revisión para descartar afectaciones, y con base en eso fue clausurado”, comentó.
Indicó que las clausuras son temporales en tanto los dueños presentan la documentación solicitada y subsanan las observaciones, pero en el caso del restaurante los dueños optaron por otras acciones, entre ellas, la solicitud de un amparo ante la justicia federal que ya fue rechazado en tres instancias.
“La resolución le ha dicho a la empresa que la Coordinación está dentro de las acciones legales, el procedimiento de clausura fue cuidado al 100 % porque no somos una entidad que pueda incurrir en acciones arbitrarias al tener un margen de actuación”, añadió el titular de la CEPC.
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AMPAROS RECHAZADOS
Tras la clausura, los dueños del negocio promovieron un juicio de amparo ante el Juzgado Tercero de Distrito con el argumento de que sí contaban con la documentación que cuando les fue solicitada no mostraron, pero la justicia le negó la suspensión provisional y la definitiva del acto (clausura).
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Luego, iniciaron con un tercer proceso para revocar la determinación del juez de Distrito, pero el juzgado resolvió que es infundado al señalar, entre otras cosas, que la clausura fue apegada a la ley puesto que cuando le fue solicitada no presentó la licencia de funcionamiento vigente, documento básico para que pueda operar.
Las clausuras son temporales en tanto los dueños presentan la documentación solicitada y subsanan las observaciones.
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