Especiales de El Sol
A diario la población padece acausa del desorden vial en la pretendida “ciudadmodelo” Es mediodía y a esta hora la impacienciase apodera de Mildred Guzmán mientras espera su transportepúblico en los polvorientos paraderos de Apizaco.
“Lo peor es que esta historia se repite todos los días”, selamenta al resignarse a llegar otra vez tarde a su trabajo.
Su “dolor de cabeza” no es exclusivo, lo viven miles depersonas a diario en las céntricas calles de la pretendida“ciudad modelo”.
Con sus mil 250 unidades de transporte público, más de 250taxis y cinco empresas con rutas de largo itinerario, la vida enApizaco transcurre en medio de un constante caos.
Desde las siete de la mañana, cuando inicia el ingreso a lasescuelas, y hasta por lo menos las ocho de la noche, el desordenvial reina en las calles y alcanza su máximo nivel de las 12:00 alas 17:00 horas.
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Basta prestar un poco de atención para notar vehículos endoble fila, ascenso y descenso de pasaje en lugares no permitidos,bloqueos de paraderos y rampas para discapacitados, así comomotociclistas abriéndose paso a exceso de velocidad de un carril aotro, algunas en doble sentido y hasta con tres o cinco personas abordo.
De Barberán y Collar a Francisco I. Madero y de IgnacioZaragoza a José María Morelos es el punto más crítico para eltransporte público y privado.
Se trata de siete calles de oriente a poniente y seis de norte asur de la zona centro donde al menos el 50 por ciento de la vidacomercial ahí se desarrolla.
La instalación de los mercados “12 de Mayo” y“Guadalupe”, así como la central de autobuses de la empresaATAH en gran parte dan vida a la zona, pero también contribuyen alcaos.
En esos sitios hay 19 paraderos, de un total de 93 en toda laciudad, pero no son respetados y para los transportistas se hahecho una costumbre detenerse donde lo pida el pasajero.
Incluso, entre los choferes y usuarios se ha hecho popular unafrase: “para bajar en la parada, pero para subir donde tetoque”.
Con razón Mildred está preocupada. “Casi todos los días mepasa lo mismo, aunque salga con anticipación de mi casa pierdoentre 20 y 30 minutos al llegar a la zona comercial de Apizaco…es como entrar a una jungla donde todos quieren pasar primero comosea que le hagan”, cuenta la joven de 22 años mientras consultasu reloj una y otra vez.
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Estacionarse frente a las sucursales bancarias, a pesar de queestá prohibido por seguridad de los propios cuentahabientes, esotro problema que a diario se genera, y aunque oficiales detránsito les advierten de sanciones, los conductores siempreresponden: “si apenas llegué”, “nomás dame un minuto” o“ya casi me voy”.
Por fin Mildred pudo tomar su camión que la llevará a laciudad capital, el cual se observa atiborrado de gente y de cuyopasamanos cuelga el cobrador.
De acuerdo con estimaciones, en ‘horas pico’ la empresa ATAHsaca un minibús de transporte público cada 40 segundos haciaTlaxcala, mientras que las camionetas conocidas como “blancas”o “directas” salen cada dos minutos, autobuses hacia Huamantlacada siete, para Puebla cada 10 y para la Ciudad de México cada20.
“De ese calibre es lo que Apizaco a diario recibe y saca degente tan solo en transporte público”, expresa un operadorconsultado.
A esta problemática se suma el comercio ambulante,principalmente para los peatones que deben sortear dificultadespara caminar sobre las banquetas.
Algunos prefieren caminar debajo, pero arriesgan su integridadfísica y aún ahí se “topan” con los comerciantes que encarretilla o cargando llevan sus diversas mercancías.
Estamos poniendo orden: alcalde
Consultado sobre el tema, el presidente municipal de Apizaco,Julio César Hernández Mejía, indicó que desde el pasado mes demarzo su gobierno inició a “poner orden”, labor que–reconoció- ha resultado complicada.
Señaló que lo primero en hacer fue contar con un estudio realde la dinámica en que se desarrolla la vida comercial, el númerode vehículos particulares que aproximadamente transitan, al igualque las bases establecidas del transporte público, sus horarios yrutas.
A partir de esto, se supo que existen mil 250 unidades detransporte público, poco más de 250 taxis y 650 comerciantesambulantes con credencial, más otros 300 sin autorización peroque acuden a hacer sus vendimias.
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Refirió que si se toma como el centro de la ciudad de Apizaco ala terminal de autobuses ATAH, a dos calles a la redonda se ubicael principal conflicto, al estar en medio de los dos mercadosmunicipales.
Y precisamente son los miércoles y domingo los días en que segenera un mayor caos, al establecerse un tianguis.
En tanto, los jueves, día que se decretó desde hace seis añoscomo “sin ambulantes”, la vida comercial se viene abajo, lo quetampoco resulta redituable para la economía de los dueños delocales.
Inicia reubicación de bases de transportepúblico
Derivado de lo anterior, a través de las direcciones deMovilidad Urbana y de Transporte, el mes pasado inició un trabajode reubicación de bases de transporte público.
“Empezamos los tres primeros meses con un estudio para liberarla calle de Elektra, la cual parecía que no existía porque alestar bloqueada por unidades de transporte público, el resto deautomovilistas la evitaba, pero ya está abierta desde el 18 demayo y ahora representa una importante arteria para dar fluidez ala circulación”, expresó Hernández Mejía.
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Fue así que el gobierno de Apizaco inició negociaciones con elresto de rutas de transporte público para continuar con laliberación de calles en puntos críticos que complicaban lacirculación vial y peatonal.
De hecho, algunas bases han sido removidas de forma paulatina delugar y solo la que cubre la ruta Xaltocan-Apizaco es la que hastael momento se niega a contribuir con este Plan de Movilidad.
“Me parece que no hemos dimensionado lo suficiente para sabercon certeza lo que mueve Apizaco en términos económicos ymovilidad urbana… es impresionante que en fechas como el Día dela Madre el servicio de recolección de basura haya colapsado, loque indica que es urgente un plan de ordenamiento con ciertasrestricciones, para bien de todos lo que aquí vivimos odesarrollamos nuestras actividades”.
Precisó que en calles como 16 de Septiembre, Francisco I.Madero y Cuauhtémoc, existen paradas que no están establecidaspero “por costumbre” la gente las creó, lo que genera elcaos.
También es el caso de la zona de “La Maquinita”, sitiodonde todas las camionetas de transporte público que vienen deTlaxco, Atlangatepec, Lázaro Cárdenas, Tetla, Emiliano Zapata ycomunidades del norte de Apizaco pasan por ahí, pero no respetansus paradas.
De ahí que lo que ahora se plantea es habilitar paraderos demanera correcta, con señalética y bollas, para que únicamentehagan ascenso y descenso en sitios establecidos y la gente seacostumbre a ello.
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“En la zona de ‘La Mexicana’, sobre Francisco I. Madero,toda la vida ha sido usada como parada, pero no está marcadadebidamente y por eso las unidades de transporte se detienen dondepuedan, por lo que ahora será fijada y ya no haya complicacionesviales al entrar a Apizaco… lo que estamos haciendo es un balancede cuáles son necesarias y cuáles debemos desaparecer porque sihay caos vial se debe en gran parte a esto”.
Incluso, a pregunta expresa, el alcalde Julio César HernándezMejía planteó la necesidad de que sean colocados parquímetros enalgunas calles de la zona centro de Apizaco, ante la carentecultura vial.
Y es que, según estimaciones, los pasajeros y automovilistaspierden en promedio de 20 a 30 minutos para poder llegar a susrespectivos destinos y lograr estacionar su unidad,respectivamente, a raíz del tráfico generado por el caosvial.
Complica caos desarrollo cotidiana de loshabitantes
El Sol de Tlaxcala recorrió las callesZaragoza, Moctezuma, Xicohténcatl, Cuauhtémoc, Hidalgo, Juárez yMorelos, y en todas, sin excepción, se pudo notar una excesivacarga vehicular.
Pero no solo eso, ya que los accidentes por alcance y derrapesde motociclistas son otro factor que a diario se presenta, inclusocon onerosas pérdidas materiales y consecuencias fatales.
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Es por ello que al trabajo de movilidad que aplica Apizaco sesuma un nuevo “mapeo” de la ruta que recorren las unidades detransporte público, pues antes daban mucha vuelta y hoy tienen unaruta casi en línea, con paraderos específicos y sitios marcadosdonde no pueden hacer ascenso y descenso.
“Lo que hacían antes es que se iban por donde querían y‘urbaneaban’ en la ciudad, pero ya intervenimos para decirlesadecuar sus paradas, su horario de entrada y salida, por dónde vana circular y en qué sitios queda prohibido subir pasaje”,indicó Enrique Ortega Cruz, subdirector de Transporte deApizaco.
Aunado a esto, son balizados los paraderos establecidos ypersonal de vialidad es el responsable de evitar que seaninvadidos, de lo contrario serán sancionados con una infracción oel retiro de la unidad al corralón por parte de una empresa degrúas.
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“La intención de este plan es aplicarlo a la brevedad, ya queen la época de diciembre es cuando hay más asaltos, másaccidentes por lo mismo de que son más las personas que acuden ahacer sus compras”, culminó el funcionario.
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