Las descargas de líquidos y residuos con metales pesados y otros contaminantes peligrosos como benceno, arsénico y plomo al río Atoyac, en Tepetitla de Lardizábal, no tienen control y se hacen a cualquier hora del día.
Algunas veces de color azul marino, otras rojas y rosas, los residuos aparecen en el fondo del afluente que cruza municipios de Puebla y Tlaxcala. También, la contaminación persiste desde la comunidad de San Mateo Ayecac, donde existen más de 15 lavanderías que arrojan en forma indiscriminada, solventes y detergentes.
En la comunidad de Villalta existen tres vertederos cuyos colectores están instalados desde unos 10 kilómetros del Corredor Industrial Quetzalcoátl, donde se encuentra la textilera Global Denim, ahí, miles de litros por segundo son vaciados al Atoyac dañando la flora y fauna que existe.
En las inmediaciones al afluente, existe materia orgánica e inorgánica esparcida, pues pobladores de las comunidades afirmaron que el camión recolector de la basura no cumple con sus funciones.
Inclusive, pidieron la intervención de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y de la Comisión Nacional del Agua, pues existen descargas de residuos cuyo olor es penetrante para la población.
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