/ miércoles 17 de junio de 2020

No digo adiós, sino hasta pronto: AMLO

No hubo besos, abrazos ni apapachos, mucho menos porras: el panorama fue desolador

La gira presidencial que Andrés Manuel López Obrador hizo a Tlaxcala, en la era de la nueva normalidad, quedará para la historia.

El semáforo epidemiológico en rojo impidió que los fieles seguidores del mandatario mexicano hicieran tumultos para acercarse a él.

Pero eso no lo desanima y advierte que seguirá con sus giras por todo el país, con o sin gente. Ya habrá momento para los acostumbrados actos multitudinarios.

A la debida sana distancia y madrugador como es, López Obrador encabezó la Reunión del Gabinete de Seguridad para recibir el reporte diario de incidencias.

Y en punto de las 7 de la mañana ofreció su conferencia “mañanera” desde el patio central de la 23 Zona Militar, acompañado por el gobernador Marco Mena y arropado por los secretarios de Gobernación, Defensa y Seguridad, entre otros funcionarios federales.

Mientras destacaba los logros de su gobierno y, como es costumbre, seguía la narrativa de cerrarle el paso a los “corruptos” y “conservadores”, afuera de las instalaciones castrenses un grupo de simpatizantes morenistas se manifestó.

“Lorena no es Morena”, decían con pancartas al acusarla de cometer presuntas irregularidades que, según ellos, contradicen el discurso presidencial.

El frío aumentó y eso obligó al mandatario a suspender la sesión de preguntas y respuestas de los pocos reporteros de medios nacionales presentes. “Mañana le seguimos”, dijo.

A bordo de una lujosa camioneta Suburban, el mandatario arribó antes del mediodía a la zona conocida como la “Y”.Al descender, saludó a un público inexistente y al mirar hacia las cámaras se llevó las manos al corazón como signo de fraternidad, pero no hubo aplausos, tampoco las planeadas rechiflas al gobernador tlaxcalteca en anteriores giras. Todo fue silencio.

No usó cubrebocas, pero el jefe del Ejecutivo sí respetó el estricto protocolo sanitario al no saludar de mano a nadie y mantuvo en todo momento la sana distancia.

Antes de partir de tierras tlaxcaltecas, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó el cariño que le tiene a este estado y prometió regresar a mediados de septiembre.

“No digo adiós, sino hasta pronto. Nos vamos a volver a encontrar aquí, en este mismo lugar y ya no con la misma gente, ya para entonces yo creo vamos a poder estar más”, alcanzó a decir, para seguir su gira de la nueva normalidad a los vecinos estados de Puebla e Hidalgo.

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La gira presidencial que Andrés Manuel López Obrador hizo a Tlaxcala, en la era de la nueva normalidad, quedará para la historia.

El semáforo epidemiológico en rojo impidió que los fieles seguidores del mandatario mexicano hicieran tumultos para acercarse a él.

Pero eso no lo desanima y advierte que seguirá con sus giras por todo el país, con o sin gente. Ya habrá momento para los acostumbrados actos multitudinarios.

A la debida sana distancia y madrugador como es, López Obrador encabezó la Reunión del Gabinete de Seguridad para recibir el reporte diario de incidencias.

Y en punto de las 7 de la mañana ofreció su conferencia “mañanera” desde el patio central de la 23 Zona Militar, acompañado por el gobernador Marco Mena y arropado por los secretarios de Gobernación, Defensa y Seguridad, entre otros funcionarios federales.

Mientras destacaba los logros de su gobierno y, como es costumbre, seguía la narrativa de cerrarle el paso a los “corruptos” y “conservadores”, afuera de las instalaciones castrenses un grupo de simpatizantes morenistas se manifestó.

“Lorena no es Morena”, decían con pancartas al acusarla de cometer presuntas irregularidades que, según ellos, contradicen el discurso presidencial.

El frío aumentó y eso obligó al mandatario a suspender la sesión de preguntas y respuestas de los pocos reporteros de medios nacionales presentes. “Mañana le seguimos”, dijo.

A bordo de una lujosa camioneta Suburban, el mandatario arribó antes del mediodía a la zona conocida como la “Y”.Al descender, saludó a un público inexistente y al mirar hacia las cámaras se llevó las manos al corazón como signo de fraternidad, pero no hubo aplausos, tampoco las planeadas rechiflas al gobernador tlaxcalteca en anteriores giras. Todo fue silencio.

No usó cubrebocas, pero el jefe del Ejecutivo sí respetó el estricto protocolo sanitario al no saludar de mano a nadie y mantuvo en todo momento la sana distancia.

Antes de partir de tierras tlaxcaltecas, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó el cariño que le tiene a este estado y prometió regresar a mediados de septiembre.

“No digo adiós, sino hasta pronto. Nos vamos a volver a encontrar aquí, en este mismo lugar y ya no con la misma gente, ya para entonces yo creo vamos a poder estar más”, alcanzó a decir, para seguir su gira de la nueva normalidad a los vecinos estados de Puebla e Hidalgo.

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