La Diócesis de Tlaxcala se sumó a la Jornada Nacional Penitencial, convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano, para pedir por el pronto fin de la pandemia del Coronavirus.
El Obispo Julio César Salcedo Aquino encabezó la Hora Santa Penitencial, desde donde pidió a los católicos reconocer que han fallado y se han alejado del Evangelio, pero sobre todo hacerlo ante la emergencia sanitaria que se vive a nivel global por esa enfermedad surgirda en China.
A puerta cerrada, desde la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, Salcedo Aquino instó a los fieles a ver esa situación como un llamado que el Señor hace a la conversión, al reconocimiento de que son frágiles y que se alejado de Dios, de la Iglesia, del Evangelio y de su prójimo.
Acompañado de algunos sacerdotes, en transmisión en vivo vía Facebook, una medida implementada por la Iglesia Católica para evitar la afluencia en los templos y la propagación del Covid-19, el el Obispo de Tlaxcala consideró que la palabra de Dios no ha llegado a sus corazones y que, por consiguiente, no hacen vida.
Jesús nos dice: cuando el Evangelio entra en una familia, en una sociedad o en una nación comienzan a surgir los valores que Jesús proclamó, del servicio, del respeto a los demás, de valorar la vida y entonces nos hacemos más huamanos, expresó.
Esa celebración eucarística llevada a cabo en el Viernes de Dolores, último viernes del tiempo de cuaresma previo a la celebración de la Semana Santa, fue replicada por todos los Obispos de México al convertirse en un llamado de la Iglesia para que los mexicanos, unidos, puedan enfrentar los momentos difíciles que les ha tocado vivir y alcancen pronto la salud espiritual y corporal.
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