Ser agradecidos con el prójimo y por este año que hoy termina a pesar de que fue adverso y las personas vivieron dolor, pidió el Obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquino, durante la celebración eucarística de acción de gracias por el fin del 2020.
Desde la catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en la capital del estado, Salcedo Aquino explicó que la Natividad del Señor no solo da la certeza de su amor y acompañamiento, sino que también muestra que en la vida hay situaciones difíciles y adversas, pero que a pesar de todo ello las personas deben ser agradecidas.
Sobre todo, dijo, es necesario agradecer la vida, la salud y la familia, pues son un don de Dios.
"Todo lo que vivimos puede ser motivo de agradecimiento, estamos agradecidos con nuestro Padre Dios al terminar este año, porque ha manifestado su amor y su misericordia dentro de todas estas situaciones adversas que hemos vivido", expresó.
Indicó que la Sagrada Familia de Nazaret demuestra que la vida se va tejiendo entre dolores y gozos, y la comparó también con una melodía de piano, en donde se usan teclas en color blanco y negro.
"Toda la vida tenemos esas pequeñas pascuas: dolor y gozo constantemente, para al final de nuestra vida realizar la última pascua para encontrarnos con nuestro padre Dios", indicó.
Agregó que el agradecimiento es importante porque a través de él se transmite esperanza, algo que actualmente necesita el mundo.
En la homilía de esta noche, el máximo jerarca de la Iglesia católica en Tlaxcala pidió por las personas enfermas y por los profesionales de la salud que trabajan en hospitales, para que puedan seguir atendiendo el dolor y el sufrimiento de otras durante la pandemia por Covid-19.
Tras permanecer los presentes en esa misa algunos minutos en silencio, en la catedral doblaron las campanas en memoria de las más de 10 mil personas que en la entidad fallecieron a causa de la pandemia por Covid-19, mientras que el Obispo pidió para que las familias que perdieron a un ser querido pronto encuentren fortaleza.
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