Solicito de manera respetuosa, pero firme, a la autoridad responsable del ISSSTE en Tlaxcala que, inmediatamente, se termine con el control de visitas que se hace desde la calle, y se permita el libre acceso a los familiares de los pacientes internados en su clínica, ubicada en la capital. Es inhumano que quienes esperan la recuperación de sus seres queridos lo hagan desde la vía pública.
En las últimas semanas, el Senado de la República ha recibido las comparecencias de funcionarios del gobierno federal, con motivo del análisis de la Glosa del Informe Presidencial.
En esta ocasión, me quiero referir a las comparecencias correspondientes a los funcionarios del sector salud, donde el diagnóstico es preocupante.
Como todos sabemos, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha emprendido una lucha decidida contra la corrupción que, si bien le ha valido la crítica de los conservadores, también le ha merecido un amplio reconocimiento por parte del pueblo de México.
Y eso es algo muy importante: entender que el trabajo iniciado por la Cuarta Transformación es real y profundo, porque busca atender los problemas estructurales que afectan el bienestar de las familias de los mexicanos.
En el caso del sector público de salud, es claro que el mal manejo de los recursos humanos y materiales, sumado a la corrupción en la compra de medicamentos, insumos, equipo y obras, por parte de gobiernos anteriores, provocó un enorme descontento social.
Hoy, la creciente irritación que se vive entre los usuarios de las instituciones públicas de salud es resultado de los abusos cometidos en el pasado, a esa desmedida ambición de enriquecerse a costa del erario, que no solo impactó negativamente a los pacientes, sino también al personal médico, por la falta de transparencia en su contratación y regularización.
Esa incapacidad y falta de compromiso con las personas se tradujo, paulatinamente, en el deterioro de la calidad de los servicios.
Sin embargo, el nuevo gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador no se ha limitado únicamente a conocer y evidenciar la situación caótica y conflictiva en los sistemas estatales de salud, porque también está tomando decisiones para remediarla.
Por esa razón, celebro que durante su comparecencia, el secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, expusiera los esfuerzos para fortalecer en el país la atención médica, con trato digno y humano, y con prioridad para la población sin seguridad social y para quienes viven en zonas con alta marginación, porque el compromiso del presidente López Obrador es que el sistema de salud adquiera capacidades para la disminución de las inequidades, bajo un modelo de atención de salud centrado en la comunidad y la familia.
Lo que se busca, dijo, es terminar con la distribución desigual de los recursos y los materiales para la salud, tanto del sistema para población abierta como de seguridad social, principalmente en las regiones más pobres del país, ante el fracaso del modelo de cobertura universal en salud que se alineó con la política neoliberal de gobiernos anteriores.
También el director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Luis Antonio Ramírez Pinedo, y el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto, coincidieron en la importancia del trabajo que se lleva a cabo a para sanear estas instituciones, para acabar con sus déficits y opacidad, y corregir deficiencias, como el desabasto de medicamentos, para atender los problemas de salud de sus derechohabientes.
Estimados tlaxcaltecas: la salud es tema prioritario en la Cuarta Transformación, y exige el rescate integral de las instituciones públicas, desmanteladas sistemáticamente por malos gobiernos en las últimas décadas, para que garanticen este derecho humano vital que, hoy por hoy, es de los que presenta mayor demanda entre la población.
Por esa razón, aproveché estas comparecencias para manifestar que, frente a los retos del sector salud, la Cámara de Senadores respaldará al gobierno federal en la tarea de mejorar sus servicios.
Particularmente, me pronuncié por dignificar los ingresos del personal que labora en clínicas y hospitales, mediante procesos de retabulación de salarios y recategorización de puestos; por completar las plantillas de las instituciones de salud, con más enfermeras, médicos, especialistas, y personal administrativo, para dar atención suficiente y de calidad a la población, y por ampliar y mejorar la infraestructura y el equipamiento para brindar más atención médica y de especialidad.
Asimismo, solicité que en el sector salud se asuma autoridad para hacer cumplir la reforma laboral y se impida que los sindicatos asignen plazas, para garantiza los derechos de los trabajadores; que se valoren factores externos que pueden incidir en la salud de los mexicanos, como la contaminación del medio ambiente y la venta y consumo de carne con clembuterol, y que se impulsen medidas de ahorro y políticas públicas para los adultos mayores.
Sin duda, muchos son los desafíos, pero si encontramos voluntad suficiente entre todos los actores, en todos los niveles, y sumamos esfuerzos, lograremos el principal objetivo de la Cuarta Transformación: servirle al pueblo de México.
En ese sentido, solicito de manera respetuosa, pero firme, a la autoridad responsable del ISSSTE en Tlaxcala que, inmediatamente, se termine con el control de visitas que se hace desde la calle, y se permita el libre acceso a los familiares de los pacientes internados en su clínica, ubicada en la capital.
Es inhumano que quienes esperan la recuperación de sus seres queridos lo hagan desde la vía pública. No podemos olvidar que nos debemos a la gente, que merece todo nuestro respeto y compromiso.
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