Además de la cena, el brindis y los rituales, el uso de la pirotécnica se ha convertido en un elemento indispensable en la celebración de Año Nuevo, pero esta práctica genera basura y contaminación en las calles de diversos municipios.
Las luces de colores, chispas y estruendos dejaron restos de papel periódico, mechas de pirotecnia y trozos de cohetes tirados en calles principales de Santa Cruz Tlaxcala, Apetatitlán y Chiautempan.
En un recorrido efectuado por este Diario, constató que la generación de basura registrada la mañana del uno de enero fue mayor a la de un día habitual, lo que promueve el taponamiento de coladeras y el drenaje sanitario por la demora para barrer las calles y depositar los desechos en lugares apropiados.
Incluso, algunas coladeras contenían basura en su interior, residuos que fueron arrastrados por el viento y el tránsito de los vehículos.
Además, de la basura que genera, la pirotecnia es uno de los principales contaminantes para el medio ambiente porque contiene perclorato de sodio, un compuesto oxidante que se utiliza para propulsarlos. Así como metales pesados empleados para la explosión y dar color. Otros materiales utilizados en su elaboración son el cobre, estroncio, litio, antimonio, magnesio y aluminio.
No obstante, esta práctica es habitual en cientos de hogares tlaxcaltecas y pese a lo dañino que puede ser, es difícil dejar de detonar cohetes en las celebraciones decembrinas.
Además, la basura que dejó el uso de pirotecnia por la celebración de Año Nuevo, en la mayoría de las veces, va a parar a las coladeras y drenajes, lo que promueve el taponamiento que podría generar inundaciones en época de lluvias.
EL DATO
- Los restos de cohetes fueron a parar a las coladeras, lo que podría provocar taponamientos e inundaciones en época de lluvias.
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