Los actos de violencia suscitados en Culiacán, Sinaloa, ponen en entredicho la capacidad de los responsables en materia de seguridad del gobierno de la República, opinó el diputado del Partido de la Revolución Democrática, Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, al mostrar que no existen las condiciones para atender una contingencia de esa natualeza.
Covarrubias Cervantes refirió que la actitud asumida por los gobiernos federal y de esa entidad al liberar a Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera, alias el "chapo", después de su detención por elementos Ejército, con el pretexto de pacificar a Culiacán es preocupante, pero enfatizó que es más la actitud asumida posterior a estos actos por el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Expresó que estos hechos cambiaron radicalmente la percepción de la ciudadanía de las condiciones de seguridad que existen y consideró que es un tema de primera necesidad que está pendiente de atenderse “si bien es cierto que había una deuda importante con todos los mexicanos hoy se demuestra que está muy lejos de poder cubrirla.”
El legislador señaló que no es tiempo de repartir culpas, sino que todos los involucrados atiendan la situación, además de que aseveró que desde el ámbito legislativo se debe reforzar el marco legal y contribuir a la seguridad de los ciudadanos.
Consideró que el mensaje que se trasmitió a la sociedad no fue el adecuado, además de que con estas acciones se deja ver que el crimen organizado, no solo en esta entidad sino en cualquier región del país, puede caer en un chantaje como forma de negociación con la autoridad.
“Eso es algo que nunca deberíamos permitir, debemos mantenernos como un Estado siempre apegado a las normas, a las leyes, pero nunca en comunicación ni trato directo con los criminales, ellos no pueden ser los que definan la estrategia de seguridad”, aseveró
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