La renovación del patronato de Nuestra Señora de Ocotlán sobre la Diócesis de Tlaxcala se realizó por primera ocasión a puerta cerrada y a través de medios digitales.
En peregrinación espiritual dentro de la contingencia sanitaria por la pandemia de la Covid-19 que se vive en el mundo, el obispo Julio César Salcedo Aquino renovó el patronato de Nuestra Señora de Ocotlán, sobre la Diócesis de Tlaxcala.
A puerta cerrada en la Basílica de Ocotlán, acompañado por algunos sacerdotes, con la celebración de una eucaristía transmitida a través de plataformas digitales ante cientos de católicos, el obispo realizó el acto que sustituyó la tradicional Bajada de la Virgen que se celebra cada año el tercer lunes de mayo.
Cabe señalar que no es la primera vez que la Iglesia hace la renovación del patronato de la Virgen de Ocotlán, pero sí ante situaciones adversas que provocaron que el acto fuera cerrado al público.
PATRONATO DE LA VIRGEN DE OCOTLÁN
Datos históricos señalan que, el 6 de abril de 1755, los gobernadores civiles y el clero secular, ante el obispo Domingo Pantaleón Álvarez juraron oír a la patrona de Tlaxcala y de toda su provincia a la Virgen de Ocotlán, acto que en 1955 fue renovado por el Arzobispo de Puebla, Octaviano Márquez.
Fue el 1 de enero de 1965 cuando el primer obispo de Tlaxcala, Luis Munive y Escobar, confió la nueva Diócesis de Tlaxcala en su segunda época con la renovación del patronato.
Las manifestaciones de fe del pueblo tlaxcalteca y las autoridades religiosas a la Virgen de Ocotlán fueron reforzadas en 2018, pues su patronato volvió a ser renovado durante la tradicional Bajada de la Virgen.
En un acontecimiento histórico, el obispo Julio César Salcedo Aquino renovó el patronato de Nuestra Señora de Ocotlán sobre el pueblo de Tlaxcala "En peregrinación espiritual hoy nosotros subimos a tu santuario para pedirte por la salud de los enfermos de Covid-19 y por el fin de la pandemia, y por el descanso de quienes han fallecido por la enfermedad” suplicó.
PANDEMIA SUSPENDE TRADICIÓN
El máximo jerarca católico reconoció el gesto materno que se vive cada año el tercer lunes del mes de mayo, en el que la Virgen de Ocotlán recorre la periferia de la capital tlaxcalteca, en una jornada de 12 horas, en el que la feligresía cambia su rutina diaria para ofrecer alfombras multicolores, flores, oraciones y cánticos.
Este año en el que la tradición fue suspendida por la proliferación de contagios de Covid-19, Salcedo Aquino refirió que las calles se mantendrán silenciosas, no habrá repique de campanas ni rezos, por lo que los hogares tendrán que ser templos de oración.
A los pies de Nuestra Señora de Ocotlán, el Obispo expresó que "nos invade el dolor, la tristeza y la incertidumbre, pues mucho de tus hijos, madre, están enfermos y otros nos han dejado, por la pandemia que no solo agobia a nuestro pueblo sino al mundo entero".
Por lo que pidió a la Virgen María en su advocación de Ocotlán, que como en 1541 tras su aparición a Juan Diego Bernardino con agua santa para salvar al pueblo infectado de la peste de viruela. Recursos: Durante la renovación del patronato, Julio César Salcedo Aquino pidió por los enfermos, los niños y los pobres de manera especial. "Protege estas tierras que santificaste con tu aparición gloriosa y bendice a nuestra Diócesis que hoy de nuevo te reconoce, proclama y jura como su principal patrona", Julio César Salcedo Aquino Obispo de Tlaxcala
TE RECOMENDAMOS