Sin los coloridos tapetes y alfombras, alabanzas y rezos, es como los católicos de Tlaxcala vivieron este lunes, el tercero de mayo, día en que tradicionalmente Nuestra Señora de Ocotlán baja de su templo y recorre principales calles de esa comunidad y del Centro Histórico de la ciudad.
Este año, a consecuencia del Covid-19, la imagen de la Patrona de los tlaxcaltecas ni siquiera descendió de su nicho al altar mayor de la Basílica de Ocotlán, y con el fin de evitar congregaciones en el templo este año es adorada detrás del cristal y desde el retablo.
Por eso, algunos fieles se dieron cita en la Basílica para agradecer los favores recibidos en meses recientes y para encomendar nuevas peticiones a la Virgen de Ocotlán, en cuyo altar fueron colocados diversos arreglos florales como una forma de conmemorar un año más de su aparición en tierras tlaxcaltecas.
Las inmediaciones del templo lucieron vacías, no hubo adornos, cohetes ni altares y solo algunas personas adornaron la fachada de su casa, por donde tradicionalmente ha pasado la imagen de la Patrona de Tlaxcala.
En tanto, en el interior del templo las autoridades eclesiásticas celebraron a las 11:00 horas una misa en honor a Nuestra Señora de Ocotlán y por la tarde tendrá lugar el Santo Rosario, pero llevados a través de trasmisiones en vivo vía Facebook.
En esas celebraciones piden, sobre todo, la intercesión de la Virgen de Ocotlán por el fin de la pandemia de Covid-19.
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