Hoy, 11 de diciembre, se cumple un año desde que el proceso artesanal de talavera se convirtió en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y para los artesanos de Tlaxcala, la declaratoria no les ha beneficiado en absoluto, pues la pandemia abarató el costo de las piezas, su elaboración no ha recibido impulso gubernamental y el oficio familiar se encuentra en riesgo.
El expediente técnico que sustentó la candidatura, fue elaborado por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, así como los gobiernos de Tlaxcala y Puebla, a través de sus secretarías de Turismo y Cultura, con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, comunidades de artesanos y talleres.
De hecho, se trata de la primera inscripción binacional de México y la primera transcontinental de América Latina, ya que solo existían inscripciones conjuntas entre países latinoamericanos.
DECLARATORIA SIN PENA NI GLORIA: ARTESANOS
A un año de distancia, los artesanos de San Pablo del Monte, Tlaxcala, coincidieron en que para ellos la declaratoria pasó “sin pena ni gloria”, pues no han recibido apoyo de algún tipo y siguen elaborando la artesanía con sus propios medios.
Al respecto, Ismael Aurelio Alcantarilla Jarillas, representante de la Unión de Artesanos de Talavera de San Pablo del Monte, dijo que los objetivos del reconocimiento de las piezas artesanales y sus procesos, duermen el “sueño de los justos”.
“La declaratoria solamente nos sirvió para darnos a conocer, que la gente supiera que en San Pablo del Monte también se elabora la talavera, porque creían que solamente en Puebla se hacía, pero solo eso”, señaló.
El artesano de 70 años, entrevistado en su taller, comentó que desde 1997 conformaron la Unión para lograr gestiones en conjunto y materializaron la ampliación de denominación de origen con el gobernador, Alfonso Sánchez Anaya, mientras que con Mariano González Zarur aterrizaron la modernización de talleres.
Por otro lado, admitió que a la fecha en el municipio del sur de Tlaxcala, existen alrededor de 100 talleres, los cuales luchan por atraer el mayor número de clientes, pues cada vez son menos.
Aceptó que las nuevas generaciones han perdido el interés de dedicarse al oficio, pues en su caso, son dos hijos los que tiene, pero ambos estudian una carrera profesional y han externado abiertamente que ejercerán su profesión, pues la venta de alfarería ya no es redituable.
“El gran problema que tenemos nosotros como artesanos es que somos varios talleres y los pocos compradores que hay nos los pelamos, además la alfarería se está abaratando y los beneficiados son los revendedores”, soltó.
PANDEMIA DE COVID-19 AFECTÓ SEVERAMENTE LAS VENTAS
El alfarero que heredó la técnica de elaboración y se dedica al oficio desde hace 22 años, narró que la pandemia de Covid-19 afectó severamente las ventas, pues no pudieron ir a ofertar su producto en Puebla -su mercado fuerte- y tampoco pudieron recibir a visitantes en su taller.
Nos afectó bastante porque no pudimos trabajar y comercializar, además nos cancelaron todos los pedidos que teníamos, así que tuvimos que reducir empleados casi en su totalidad, subrayó.
LA TÉCNICA
El proceso de fabricación requiere de tres fases, con nueve pasos, que son mezcla de barros negro y blanco, posteriormente el amasado que consiste en la eliminación de burbujas, para luego dar paso al torno a mano o con moldes de yeso.
Le sigue el secado que es el periodo de dos a seis semanas, dependiendo del tamaño de la pieza, para después agregar el vidriado efectuado con una mezcla conformada de sílice, cenizas sólidas calcinadas, plomo y estaño; las piezas son cubiertas por aspersión o escurrimiento.
Le sigue el decorado a mano con colores minerales, por parte de artesanos locales y la última etapa es el segundo horneado que le da un aspecto bastante brilloso y liso.
- 100 talleres de elaboración de talavera, aproximadamente, existen en el municipio de San Pablo del Monte
- 3 fases tiene el proceso de elaboración de talavera: el primero es la mezcla de barros, amasado y torneado; le sigue el secado y finalmente el decorado a mano.
El pasado 16 de octubre de 2003, Puebla perdió la exclusividad en el uso de la denominación de origen de talavera, luego que fue modificada la Declaración General de Protección para incluir al municipio de San Pablo del Monte, como lugar que puede utilizarla.
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