El zoológico de Tlaxcala es uno de los referentes más importantes para la educación ambiental en el estado. Sin embargo, no fue así en su origen, pues comenzó como una modesta exposición faunística adscrita al antiguo recinto ferial del estado durante la administración del exgobernador Emilio Sánchez Piedras.
EL ORIGEN EN EL LAGO DEL NIÑO
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Como tal, el proyecto zoológico de Tlaxcala inició en 1979 con la conservación de alrededor de 30 especies animales en el parque natural Lago del Niño en la capital tlaxcalteca, lugar que tomó nombre de un humedal, derivación del río Zahuapan, que ocupaba gran parte del actual Centro Expositor y el Parque de la Juventud.
Para la década de los ochenta, los accesos al río se cerraron con la intención de reducir la extensión del lago y adaptar una pequeña isla que se convirtió en aviario, al cual se podía ingresar por medio de un puente.
Durante esos años, el lugar se convirtió en un importante centro recreativo para las familias tlaxcaltecas, recordado por muchos como un espacio de sano esparcimiento, gratuito, para realizar actividades al aire libre como paseos en lancha y días de campo. Las jaulas de las águilas reales, los tapires y los monos eran las zonas favoritas de los niños, mientras que al recinto del puma y el león solo se acercaban los más valientes.
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A partir del éxito obtenido, en los años 90 se inició formalmente la construcción de un zoológico estatal en el antiguo rancho La Aguanaja, en San Pablo Apetatitlán, el cual tiene una extensión de 13.5 hectáreas de áreas verdes y conexión directa con la zona protegida de “Las Cuevas”, perteneciente a la misma entidad.
LA LLEGADA AL ALTIPLANO
Para conservar la lógica de recreación en el Lago del Niño, en el nuevo parque se construyó una laguna artificial y se adaptaron diversos espacios para el disfrute de los visitantes y la comodidad de la población faunística, a la cual se sumaron nuevos ejemplares provenientes de la reserva poblana de Africam Safari.
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Cuentan los vecinos de Apetatitlán que, con el paso de los meses, el paisaje sonoro cambiaba. Ya no estaba solo el trinar de las aves, ahora el eco de los rugidos, gruñidos y chirridos los acompañaban durante el día.
Poco a poco, el lugar fue tomando forma; en la primera etapa se construyeron 47 albergues para la exhibición de especies de mamíferos y aves entre diurnas y nocturnas, así como ocho terrarios para reptiles. En total, 217 animales de 63 especies diferentes se exhibieron en sus primeros años. Además, en el inmueble se contemplaron un área técnica, una educativa, un salón interactivo, un aula audiovisual y una más de actividades.
Las primeras impresiones de la población quedaron atrapadas no solo en los recuerdos de las familias tlaxcaltecas, sino también en las páginas de este Diario. El 20 de enero de 2004, durante la administración del exmandatario Alfonso Sánchez Anaya, abrió sus puertas formalmente la nueva atracción tlaxcalteca: el Zoológico del Altiplano.
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A casi dos décadas de su inauguración, el parque ha sufrido tres remodelaciones importantes, las cuales se traducen en crecimiento del número de ejemplares y popularidad entre los centros de recreación natural del país.
En 2019, se planteó construir un santuario de leones blancos en el interior del zoo. La familia de estos animales llegó a ser de hasta siete integrantes, cuatro nacidos en cautiverio. Como en una suerte de álbum, El Sol de Tlaxcala fotografió a cada nuevo integrante de la salvaje familia que poseyó la entidad.
Durante esa “época dorada”, la prosperidad se vivió no solo con una gran afluencia de turistas y aumento de especies, sino también con una derrama económica para los comerciantes del interior y los artistas que se presentaban los domingos. Niños, jóvenes y adultos adoptaron ese espacio natural como un respiro en medio de la algarabía citadina por la que transitaba nuestro estado.
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No obstante, la llegada de la pandemia de Covid-19 la dependencia cerró en 2019 y, por una nueva reestructura operativa, a la fecha no ha vuelto a la ‘normalidad’. Aún con las puertas cerradas al público, los ejemplares continúan su vida y pasan sus días en el lugar que a muchos vio nacer.
Actualmente, el recinto alberga 426 ejemplares de 98 especies de aves, reptiles y mamíferos. Entre ellos destaca la histórica colección de 13 felinos mayores entre leones blancos, jaguares y tigres, los cuales conviven ya sin fines reproductivos. Como lo explicó Ezequiel Moreno, encargado del zoo, “hoy la reproducción no es sinónimo de bienestar animal si no se hace con un fin de conservación. Reproducir leones y exhibirlos como objetos promueve la ‘mascotización’ y, por ende, el tráfico ilegal de especies”.
De hecho, la intención de la actual administración es dejar de operar como un espacio de entretenimiento y adoptar cuatro principios para los visitantes que lleguen en el segundo semestre del año: recreación, educación ambiental, conservación e investigación. Por consiguiente, están preparando pedagogos, médicos veterinarios y guías que puedan brindar información taxonómica de cada uno de los ejemplares.
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Como parte del compromiso de conservación, actualmente el Zoológico de Tlaxcala es sede del Programa Binacional de Recuperación del Lobo Mexicano y al día de hoy cuenta con tres ejemplares de preliberación. En el área de genética, el zoológico trabaja actualmente con la renovación de sangre de un jaguar melánico y también es el resguardo de un puma rescatado de lo alto de un fresno en 2022 entre los límites de los municipios de Totolac y Panotla.
Hoy, ejemplares como los monos araña y la jirafa tienen la edad del zoológico. La vida de estos “abuelitos animales” ha marcado un hito en Tlaxcala y las generaciones que los han visto crecer. Desde el Lago del Niño hasta el Altiplano, la pequeña jungla resiste al implacable paso de los años y el inherente progreso de la ciudad.
- El proyecto zoológico de Tlaxcala inició en 1979 con la conservación de alrededor de 30 especies animales en el parque natural Lago del Niño en la capital tlaxcalteca.
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- Hoy, ejemplares como los monos araña y la jirafa tienen la edad del zoológico. La vida de estos “abuelitos animales” ha marcado un hito en Tlaxcala y las generaciones que los han visto crecer.
- 426 ejemplares de 98 especies de aves, reptiles y mamíferos.