Este año la pandemia por Covid-19 modificó, una vez más, la forma de celebrar el Viernes Santo y representar las 14 estaciones del Víacrucis.
Para evitar aglomeraciones que en tiempo de emergencia representan un inminente riesgo de contagio de esa nueva enfermedad, la Provincia Angelopolitana, conformada por las Diócesis de Puebla, Tehuacán, Tlaxcala y Huajapan de León, informó hace algunos días sobre la suspensión de las procesiones de Semana Santa, como el Domingo de Ramos, Viernes Santo, del Santo Entierro y la del Silencio, y que las celebraciones en las iglesias deberían ser con un aforo del 30 %.
Así, en atención a esas medidas, en prácticamente todas las parroquias de la Diócesis las representaciones fueron llevadas a los hogares de forma digital.
Una de las representaciones más importantes en la entidad sobre la Pasión y Muerte de Cristo es la que año con año se lleva a cabo en Chiautempan, y en esta ocasión el grupo experimental "Proyección Juvenil" decidió hacerla de forma virtual, por lo que las calles de esa comuna lucen vacías este día.
Así, alrededor de 30 personas participaron en la grabación, a puerta cerrada, de los pasajes bíblicos más importantes del Viernes Santo, como la detención, las Tres Caídas y la Crucifixión.
Esa alternativa fue retomada por el cuadro Bíblico Corazón de Jesús que, desde Zacatelco, hizo la escenificación de la Pasión de Cristo sin la presencia de fieles.
Sin embargo, la representación del Vía Crucis en Santa Cruz Aquiahuac, municipio de Santa Isabel Tetlatlahuca, conocido como el Circo Romano pues los ciudadanos reviven pasajes de la antigua Roma, así como de la pasión de Cristo, fue un evento que por segundo año consecutivo fue pausado.
En otros casos como en San Pablo del Monte, Ocotlán, La Magdalena Tlaltelulco, San Luis Teolocholco, San Luis Obispo Huamantla, Apizaco, Nativitas, San Pablo Apetatitlán e Ixtacuixtla, por mencionar algunos, las autoridades eclesiásticas únicamente hicieron el rezo y meditación del Santo Víacrucis a puerta cerrada.
En La Soledad, Calpulalpan, fue uno de los sitios donde la representación de los pasajes bíblicos sí fue realizada de forma presencial y al que acudieron decenas de personas de todas las edades, la mayoría portando la obligatorio cubrebocas.
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