Para muchos una cara sonriente es un simple gesto que se utiliza para decir estoy “feliz”, sin embargo, en algunas partes del mundo, podría significar un acto de rebeldía.
En Singapur, este gesto “inocente” llevó a joven a la corte, cuya acción podría costarle miles de dólares en multas. Sin embargo, como acto de solidaridad, una ola de caritas sonriendo se ha manifestado en apoyo al hombre.
¿POR QUÉ UNA CARA SONRIENTE ES OFENSIVA?
En realidad, no tiene mucho que ver la carita sonriente, sino más por los actos de Jolovan Wham, un activista de derechos civiles que ha llamado la atención últimamente por actos en pro de la libertad de expresión en el país asiático.
El cartel fue el último de una larga lista de incidentes relación con Wham que han molestado al gobierno, pues en Singapur existen reglas extremadamente estrictas sobre reuniones públicas.
También ha impuesto estrictas restricciones a la libertad de expresión y por ende, a los medios de comunicación. De hecho se requiere de un permiso policial para realizar cualquier reunión en un lugar público vinculado a una causa, esto con el argumento de mantener el orden y la seguridad.
Sin embargo, Wham rara vez obtiene un permiso. En esta ocasión, el joven sostuvo que el cartel no fue una protesta hacía al gobierno, sino una respuesta en apoyo a dos jóvenes activistas climáticos, quienes fueron convocados por la policía por actos similares.
Las autoridades han expresado que si es declarado culpable, podría recibir una multa de hasta tres mil 700 dólares, debido a que también ha sido acusado en relación con otra supuesta protesta en 2018.
Al respecto, el joven activista ha dicho a la BBC que Singapur no es esa ciudad abierta, internacional y cosmopolita en la que le gusta presentarse, "es solo moderno en términos de su apariencia, pero muy intolerante cuando se trata de personas que simplemente se expresan".
- *Con información de la BBC.
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