CIUDAD JUÁREZ.- México deportó en junio hasta 33% más de extranjeros que en mayo, después de que su gobierno se comprometiera con el de Estados Unidos a endurecer su política migratoria bajo amenaza de sanciones comerciales, según cifras preliminares de la autoridad migratoria.
El número de extranjeros devueltos a sus países de origen alcanzó 21.912 en junio frente a los 16.507 que fueron deportados en mayo, según el registro del Instituto Nacional de Migraciones (INM), al que AFP tuvo acceso.
Migrantes extracontinentales siguen siendo ignorados por el INM
Los datos no precisan la nacionalidad, sexo, edad ni otros detalles de los deportados, como la condición en la que viajaban y el motivo preciso de su expulsión, pero en abril, hasta 96% eran originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador, según datos revisados del INM.
El incremento en las expulsiones ocurre luego que el 7 de junio, México aceptara tomar medidas "sin precedentes" para detener a migrantes a cambio de que Washington no aplicara un arancel de 5% a sus exportaciones, uno de los motores de su economía.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que ayer 69 migrantes centroamericanos (40 hondureños, 22 guatemaltecos y 7 salvadoreños) y 14 deportados connacionales salieron de la Casa del Migrante con destino a sus lugares de origen, todos aceptando su repatriación por voluntad propia. Cerca de las 8:00 horas arribaron al albergue dos camiones de la empresa Ómnibus de México, que llevarían hasta la Ciudad de México a los extranjeros.
Además, el Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración llevó a los 14 paisanos hasta la Central Camionera, para que viajaran a los estados de donde son originarios.
El padre Javier Calvillo, director de la Casa del Migrante, indicó que los gastos del traslado de los centroamericanos serán cubiertos por la Organización Internacional de Migración, en apoyo a las personas de otras nacionalidades que han decidido volver con sus familias.
Cómo primera escala, los migrantes extranjeros viajarán durante 24 horas hasta la Ciudad de México y de ahí transbordarán otro transporte hasta ser entregados en la frontera sur de México.
Según uno de los operadores de Ómnibus de México, cada boleto con destino a la capital del país tiene un costó aproximado de 2 mil 500 pesos, por lo que el traslado de los 69 indocumentados tuvo un costo aproximado de 172.5 mil pesos.