/ miércoles 28 de septiembre de 2022

Resiliencia | Día de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres

Hoy vamos a hablar sobre el Día Internacional por los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres, que se celebra este día 28 de septiembre; esta fecha se instauró en 1990 en el marco del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, teniendo como eje principal la despenalización legal y social de la interrupción voluntaria del embarazo.

La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo estableció que los Derechos Sexuales y Reproductivos se basan en el reconocimiento del derecho básico de los individuos para decidir libre y responsablemente el número de hijos/as y el espaciamiento de los nacimientos, de disponer de información y medios para ello y de gozar del más alto nivel de salud sexual y reproductiva, entendida como el estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos, entraña entonces la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos de procrear, y la libertad para decidir si hacerlo o no, y con qué frecuencia.

La sexualidad y la salud reproductiva son elementos inherentes y fundamentales de la vida de las personas, por ello forman parte de la protección de los derechos humanos, sin embargo este derecho no le es reconocido a todas las mujeres en diversos lugares del mundo, las Naciones Unidas han declarado que las restricciones al acceso al aborto seguro son el resultado de concepciones sociales que no reconocen en las mujeres un igual sujeto de derechos, con la vulneración a estos se afecta la dignidad y salud de las personas, especialmente de todas aquellas mujeres que se enfrentan con restricciones en el acceso a la información y el pleno ejercicio de sus libertades.

Dentro de las violencias que vulneran estos derechos se encuentra la violencia sexual, entre ellas la mutilación genital femenina, habitual en países como Somalia, Guinea, Sierra Leona o Egipto, pero también en Irak, India, Malasia o Indonesia, incluso en Europa unas 180.000 mujeres y niñas corren el riesgo de ser sometidas a esta práctica todos los años, según datos del Parlamento Europeo, una de cada tres mujeres en la Unión Europea sufre o ha sufrido violencia sexual, en España, se estima que más de 1,8 millones de mujeres mayores de 16 años la han sufrido.

Esta situación ha originado pronunciamientos como la Recomendación General N°35 de 2017 emitida por el Comité de la CEDAW, siendo categórico en señalar que la tipificación como delito del aborto, la denegación o la postergación del aborto sin riesgo y la atención posterior al aborto, la continuación forzada del embarazo y el maltrato de las mujeres y las niñas que buscan información, son formas de violencia de género que pueden constituir tortura o trato cruel, inhumano o degradante.

Los derechos sexuales y reproductivos están relacionados con la libertad de las personas a decidir sobre su sexualidad y el ejercicio libre de la misma, lamentablemente en todo el mundo, a millones de personas, especialmente a mujeres y niñas, se les impide ejercer sus derechos sexuales y reproductivos o son perseguidas si se atreven a hacerlo, la falta de control sobre el propio cuerpo y la sexualidad tiene un impacto muy importante en la vida de las mujeres y las niñas.

A un año de que nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la penalización a las mujeres que abortan en la primera etapa del embarazo, sin embargo podemos ver que en el estado de Texas, en Estados Unidos, se ha decidido dar marcha atrás drásticamente aprobando una ley que prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación, sin ni siquiera contemplar excepciones en casos de incesto o violación.

En un aproximado de 68 países el aborto está despenalizado, uno de los más recientes es Argentina, gracias a las movilizaciones feministas. Según la Organización Mundial de la Salud en su informe de 2020, 47.000 mujeres embarazadas mueren cada año por complicaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo y más de 16 millones de adolescentes, debido principalmente a relaciones sexuales forzosas y embarazos no deseados.

Como ya lo mencione, los derechos sexuales y reproductivos son parte fundamental de los derechos humanos, por tanto, se debe de garantizar el derecho de las mujeres y niñas a tener control respecto a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y a decidir libre y responsablemente sobre su maternidad, poner fin a todas estas violencias de género supone poder garantizar la libertad, la dignidad y la integridad de las mujeres y las niñas, por tanto, este día se ratifica el compromiso con la lucha de los derechos sexuales y reproductivos, por la despenalización y la legalización del aborto, por la defensa de los derechos humanos y por el derecho a la anticoncepción segura para evitar los miles de mujeres muertas por abortos clandestinos, primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos países latinoamericanos y del Caribe, así como en otras partes del mundo.


Hoy vamos a hablar sobre el Día Internacional por los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres, que se celebra este día 28 de septiembre; esta fecha se instauró en 1990 en el marco del V Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, teniendo como eje principal la despenalización legal y social de la interrupción voluntaria del embarazo.

La Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo estableció que los Derechos Sexuales y Reproductivos se basan en el reconocimiento del derecho básico de los individuos para decidir libre y responsablemente el número de hijos/as y el espaciamiento de los nacimientos, de disponer de información y medios para ello y de gozar del más alto nivel de salud sexual y reproductiva, entendida como el estado general de bienestar físico, mental y social en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos, entraña entonces la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos de procrear, y la libertad para decidir si hacerlo o no, y con qué frecuencia.

La sexualidad y la salud reproductiva son elementos inherentes y fundamentales de la vida de las personas, por ello forman parte de la protección de los derechos humanos, sin embargo este derecho no le es reconocido a todas las mujeres en diversos lugares del mundo, las Naciones Unidas han declarado que las restricciones al acceso al aborto seguro son el resultado de concepciones sociales que no reconocen en las mujeres un igual sujeto de derechos, con la vulneración a estos se afecta la dignidad y salud de las personas, especialmente de todas aquellas mujeres que se enfrentan con restricciones en el acceso a la información y el pleno ejercicio de sus libertades.

Dentro de las violencias que vulneran estos derechos se encuentra la violencia sexual, entre ellas la mutilación genital femenina, habitual en países como Somalia, Guinea, Sierra Leona o Egipto, pero también en Irak, India, Malasia o Indonesia, incluso en Europa unas 180.000 mujeres y niñas corren el riesgo de ser sometidas a esta práctica todos los años, según datos del Parlamento Europeo, una de cada tres mujeres en la Unión Europea sufre o ha sufrido violencia sexual, en España, se estima que más de 1,8 millones de mujeres mayores de 16 años la han sufrido.

Esta situación ha originado pronunciamientos como la Recomendación General N°35 de 2017 emitida por el Comité de la CEDAW, siendo categórico en señalar que la tipificación como delito del aborto, la denegación o la postergación del aborto sin riesgo y la atención posterior al aborto, la continuación forzada del embarazo y el maltrato de las mujeres y las niñas que buscan información, son formas de violencia de género que pueden constituir tortura o trato cruel, inhumano o degradante.

Los derechos sexuales y reproductivos están relacionados con la libertad de las personas a decidir sobre su sexualidad y el ejercicio libre de la misma, lamentablemente en todo el mundo, a millones de personas, especialmente a mujeres y niñas, se les impide ejercer sus derechos sexuales y reproductivos o son perseguidas si se atreven a hacerlo, la falta de control sobre el propio cuerpo y la sexualidad tiene un impacto muy importante en la vida de las mujeres y las niñas.

A un año de que nuestra Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucional la penalización a las mujeres que abortan en la primera etapa del embarazo, sin embargo podemos ver que en el estado de Texas, en Estados Unidos, se ha decidido dar marcha atrás drásticamente aprobando una ley que prohíbe el aborto a las seis semanas de gestación, sin ni siquiera contemplar excepciones en casos de incesto o violación.

En un aproximado de 68 países el aborto está despenalizado, uno de los más recientes es Argentina, gracias a las movilizaciones feministas. Según la Organización Mundial de la Salud en su informe de 2020, 47.000 mujeres embarazadas mueren cada año por complicaciones derivadas de abortos en condiciones de riesgo y más de 16 millones de adolescentes, debido principalmente a relaciones sexuales forzosas y embarazos no deseados.

Como ya lo mencione, los derechos sexuales y reproductivos son parte fundamental de los derechos humanos, por tanto, se debe de garantizar el derecho de las mujeres y niñas a tener control respecto a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y a decidir libre y responsablemente sobre su maternidad, poner fin a todas estas violencias de género supone poder garantizar la libertad, la dignidad y la integridad de las mujeres y las niñas, por tanto, este día se ratifica el compromiso con la lucha de los derechos sexuales y reproductivos, por la despenalización y la legalización del aborto, por la defensa de los derechos humanos y por el derecho a la anticoncepción segura para evitar los miles de mujeres muertas por abortos clandestinos, primera causa de mortalidad de las mujeres en muchos países latinoamericanos y del Caribe, así como en otras partes del mundo.