Desafío a la toponimia, cuando el mundo hace parada en México

Visitar Nueva York, Canadá o incluso Senegal es más fácil de lo que pensabas. No necesitas visa ni pasaporte, menos tomar un avión. Basta emprender la ruta sin salir de México

Antonio Santos, Elam Nafaté y Casimiro Arias

  · viernes 3 de julio de 2020

Visitar Nueva York, Canadá o incluso Senegal es más fácil de lo que pensabas. No necesitas visa ni pasaporte, menos tomar un avión. Basta emprender la ruta sin salir de México, pues en nuestro país la diversidad alcanza para encontrar localidades que han adoptado los nombres de esas ciudades o países como suyos y los presumen para conmemorar un hecho histórico, demostrar su origen o simplemente atraer visitantes.

Viajando por la república mexicana es posible descubrir comunidades que en el nombre evocan sitios hechos de acero y cristal o pujantes economías, pero que al recorrerlos no distan mucho de lo que concebimos como una ciudad típica mexicana. No obstante, al profundizar, revelan en la migración o detalles como el clima un vínculo con aquellas urbes que les han dado nombre.

Bienvenidos a Canadá… Chiapas

Chiapas tiene su propia hoja de maple en un rinconcito del municipio de El Porvenir. Se trata del ejido Canadá, a más de dos mil 600 metros sobre el nivel del mar, el poblado con más elevación del estado.

Llegar ahí no es algo sencillo, pues su acceso es a través de caminos de terracería hasta encontrar el punto más alto de la sierra, a cuatro horas de la capital del estado.

"Desearía que estuvieras aquí". Una bella postal desde Canadá, Chiapas en una mañana nublada

No caerá nieve como en el país norteamericano, pues el clima es templado, pero la bruma de la mañana y el verde de su paisaje pueden evocar cualquier campo incluso europeo, lo que permite disfrutar de un escarchado rocío matutino.

La localidad vive en gran medida de los visitantes, quienes llegan para acampar en sus densos bosques o para un simple paseo a caballo.

En Canadá, Chiapas puedes acampar y disfrutar de un clima templado y con ese entrañable olor a madera quemada en la mañana / En Canadá, Chiapas puedes acampar y disfrutar de un clima templado, con ese entrañable olor a madera quemada en la mañana

En este Canadá no se habla inglés o francés, sólo lenguas indígenas en una población que alcanza hasta hoy 289 personas en 142 hogares, los cuales cuentan con todos con los servicios básicos.

¿Rascacielos en Amatán? El Nueva York chiapaneco.

En el municipio de Amatán, Chiapas, se encuentra el Nueva York mexicano, a casi cuatro horas y media de Tuxtla Gutiérrez. Contrario a la ciudad estadounidense, aquí no hay rascacielos ni largas avenidas o comercios de lujo, pues es zona de alta marginación y muchos indígenas migran a otras ciudades e incluso el extranjero en busca de mejores condiciones de vida.

La población total es de 68 personas y hablan una variante del zoque. La comunidad se ubica a 40 minutos de la cabecera municipal y tiene una vegetación verde característica de la costa del Golfo, en los límites con el estado de Tabasco. La mayoría de sus habitantes se dedica al trabajo en el campo, principalmente del cultivo del maíz, frijol y plátano.

En Nueva York, Chiapas los cielos altos y despejados son igual de espectaculares como los rascacielos de la ciudad estadounidense

La laguna de Londres.

La localidad de Laguna de Londres está situada en el municipio de Mapastepec, también en Chiapas, y tiene apenas ocho habitantes, por lo que dentro de los pueblos del municipio ocupa el número 181 en cuanto a población.

Situada a dos mil seis metros de altitud, y a pesar de que el municipio es costero, la comunidad se ubica en la zona de la sierra, y para llegar se tiene que hacer uso de mulas porque el camino es muy escabroso, en medio de bosques y selva alta propia de la zona.

Para llegar a la laguna de Londres se requiere mucha condición física para resistir la zona alta de la sierra chiapaneca

Memorias de África

Dentro de todas las comunidades que existen en el municipio de San Juan del Río, Querétaro, se encuentra Senegal, un poblado rural que cuenta con más de dos mil habitantes, tranquilo, lleno de fauna y flora donde existe un Jardín Orgánico de Zarzamoras que cuenta con diversas certificaciones internacionales.

El nombre completo es Senegal de las Palomas, que a mediados del siglo XIX tenía por nombre Las Palomas Viejas. Durante el Porfiriato cambió a Las Palomas y en la época posrevolucionaria quedó simplemente como Palomas; sin embargo, su nombre actual se debe al lejano país africano, pues tras una visita hecha a San Juan del Río y a esta pequeña población por el presidente de aquella nación, Léopold Sédar Senghor, el 19 de mayo de 1975, en el lugar se develó una placa señalando el memorable evento y se anunció públicamente que, en adelante, en honor a tan ilustre visitante, el ejido llevaría ese nombre.

Una tarde tranquila con la familia en Senegal de las Palomas con su clima cálido. Es la parada ideal para los viajeros en auto

A Japón y Corea, en minutos.

La veta asiática se hace presente en el centro del país, donde se ha establecido un profundo lazo comercial e industrial. Y eso se percibe en las grandes empresas que han permeado incluso en los apelativos de la geografía urbana, como la autopista México-Japón, que hace honor también al intercambio educativo y cultural entre ambos países.

La creación de un centro de estudios tecnológicos en la década de los 80 dio origen al nombre de una de las avenidas más importantes de Celaya. El convenio se firmó entre ambos países el 17 de diciembre de 1981, para crear el Centro Tecnológico México-Japón (CETMEJA), ahora convertido en el Centro de Estudios Tecnológicos Industriales y de Servicio (CETIs) No. 115, que fue inaugurado el 8 de septiembre de 1983 con la presencia del secretario de Educación Pública Jesús Reyes Heroles, el embajador del Japón en México señor Kiyoaki Kikuchi y otras personalidades.

Los altos índices de violencia en Celaya durante los últimos meses, no lo hacen un lugar turístico.

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Durante los siguientes cuatro años ambos países compartieron experiencia y docentes japoneses capacitaron a los mexicanos, además de enviar equipamiento para los talleres y laboratorios de la institución.

No obstante, Asia también se hizo presente en Querétaro, en una pequeña comunidad llamada Corea, que se localiza en el municipio capital, con una población de más de 700 personas, 12 de ellas de hogares indígenas.

El cobrizo atardecer frente a la Presa Santa Catarina en Corea, Querétaro. Está ubicada a un costado de la carretera federal 57; puedes relajarte con una cerveza o un taco en Palapa Don Moy

Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Querétaro.

En el municipio de Peñamiller se encuentra la localidad Las Vegas, con aproximadamente 300 habitantes a mil 280 metros de altitud, un pequeño pueblo al que se llega viajando 13.6 kilómetros en dirección norte desde la cabecera municipal. Contrario a lo que remite la Ciudad del pecado en Estados Unidos, resplandeciente de luces neón, grandes hoteles y enormes salas de juegos de azar, este pueblo es un lugar para conectarte con la naturaleza.

El Congo de Macuspana

A pesar de que los municipios de Tabasco tienen toponimias de origen náhuatl y maya, existen localidades como El Congo, en Macuspana, la tierra del presidente López Obrador, a una mediana altura de 10 metros sobre el nivel del mar.

Nadie en este pequeño poblado, principalmente habitado por campesinos indígenas, recuerda el por qué del nombre; sin embargo, la gente reconoce que es singular. Si algún parecido tienen, es que ambos, Congo macuspanense y Congo africano, se encuentran en regiones selváticas lluviosas tropicales.

De acuerdo con el último censo, ahí existen 293 hogares, todos muy rústicos y la mayoría con piso de tierra y techos de láminas, además de que las vías de acceso son caminos de terracería, lo que dificulta llegar.

El clima húmedo y caliente de Macuspana es un símil de África, solo que en este lugar no hay Safari

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Nueva Zelandia, Tabasco

Nueva Zelanda, el país de Oceanía cuyo nombre quiere decir “Tierra de la Gran Nube Blanca”, tiene un topónimo similar en un apartado municipio del sureste mexicano.

Se trata de la localidad ribereña de Nueva Zelandia, llamada así por el viejo Ingenio azucarero y el parador turístico, situado en el municipio de Cárdenas, Tabasco, de no más de medio millar de habitantes.

Es posible viajara a Oceanía en nuestro territorio. Nueva Zelandia tiene ese toque pueblerino sencillo pero acogedor.

El sitio posee un clima como el del resto de la región de la Chontalpa a la que pertenece, caluroso y húmedo, con una población flotante que se compone principalmente de familias cuyos padres se dedican a la ganadería, al campo y a la actividad petrolera.

"Nadie se queda aquí", suelen señalar los pocos habitantes fijos, generalmente adultos mayores, quienes se dedican a atender puestos de comida en el sencillo parador turístico.

Samarkanda, del desierto a la selva

Samarkanda nos remite a parajes exóticos del continente asiático. Es la segunda ciudad de Uzbekistán, tanto en población como área e importancia industrial, pero en Tabasco se trata de una comunidad del municipio de Nacajuca. Antes de que esta población se convirtiera en una zona suburbana de Villahermosa, por su colindancia con la capital de Tabasco, solía ser una zona indígena donde habitaban chontales, algunos de los cuales no hablaban español.

El pedazo de Uzbekistán en Tabasco se está convirtiendo en una zona habitacional

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El amor por Texas

Sea por la migración nacional a Estados Unidos o por la historia que nos une con aquel país, en México existen varias poblaciones que han adoptado como nombre Texas, en referencia al estado de la Unión Americana.

Ejemplo de ello se puede ver en San Luis Potosí, a 42 minutos de la capital, microregión del altiplano distintiva por grandes eventos en los cuales bandas de música regional mexicana comparten pista con jaripeos locales y bailes de música norteña.

De gran pasión por el beisbol, muchas de las familias tienen parientes que migran al país vecino y que, a su regreso, forman ligas para mantener el deporte. De 900 habitantes, 193 residen en Texas, EU.

Pero en Atotonilco de Tula, Hidalgo, también existe un sitio con ese nombre, el cual entremezcla sus orígenes prehispánicos con el imperio español y el paso en tren del entonces presidente Plutarco Elías Calles. Hermenegildo Macías Monroy, un apasionado de su pueblo, incluso escribió “ Texas, 200 años de Historia”, un documento que da cuenta de esta localidad.

Además, en Guanajuato está la Texas chiquita, rodeada de caminos de tierra y mezquites, una comunidad de Irapuato sobre la que pocos saben el origen de su nombre, una zona que fue dividida por los mismos hacendados y que al día de hoy tiene generaciones de familias viviendo entre la tranquilidad de sus campos y su vacas.

Las tierras que ahora conforman la comunidad formaban parte de San Antonio el Rico, la comunidad vecina, cuyos dueños un día decidieron dividir las tierras, y uno de los hacendados decidió nombrar su parte San Antonio Texas, en memoria de la tan popular ciudad de Estados Unidos y porque la mayoría de los habitantes migraban a Estados Unidos, y Texas era el sitio a donde llegaban y vivían por unos años, por lo que el plan que tenían quienes se habían quedado en Irapuato, era convertir de su comunidad un pequeño San Antonio Texas, para que cuando sus familiares migrantes regresaran, se sintieran como en casa; no obstante, la comunidad nunca cambió y quedó varada en el tiempo.

“La máscara (de la locura)”, Frida Kahlo, 1945 / Colección. Museo Dolores Olmedo

Y al revés también

Existen por lo menos 25 ciudades alrededor del mundo que comparten el nombre de México.

Diez se encuentran el territorio de Estados Unidos, en lugares como Nueva York, Carolina del Sur, Pennsylvania, Ohio, Missouri, Maryland, Maine, Kentucky. Indiana y en la Florida.

En Costa Rica hay tres tres poblaciones con este nombre; mientras que en Venezuela, Jamaica, Cuba y Colombia hay una.

Dentro del territorio nacional el nombre de México también es muy popular, seis estados de la república tiene una localidad así llamada: Sonora, Durango, Estado de México, Chihuahua, Chiapas y Baja California, por no nombrar a la capital que comparte el nombre del país.

Sin embargo, el lugar más lejano y exótico con el nombre de México se encuentra en Filipinas.

Así es, a 80 kilómetros de la ciudad de Manila, capital de la República de Filipinas se encuentra un municipio fundado por los colonizadores españoles en 1581 con el nombre de México.

En 1565 llegó a aquellas tierras el conquistador Miguel López de Legazpi. Desde esos tiempos se creó una ruta comercial que unía Acapulco con Manila que que llevaba y traía de un país a otro productos, costumbres y mucho más que duró alrededor de dos siglos y que permitió que ambas culturas se influenciaran mutuamente. De manera oficial, esta ruta del Galeón de Manila duró hasta 1815, año en que éste realizó su último viaje. De acuerdo con los historiadores esto fue debido a la lucha independentista de México y a que el imperio español inició su decadencia.

Es gracias a esta relación comercial que duró siglos que los mexicanos disfrutamos, entre otras cosas, del mango Manila y en Filipinas de los tamales y ambos del culto a la Virgen de Guadalupe.


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