La inesperada derrota de Tlaxcala ante Ciudad de México en la categoría juvenil superior varonil, del nacional de basquetbol nos deja enseñanzas, señaló el entrenador Bogar Carrasco Pérez, quien reconoció que tuvieron la oportunidad en sus manos, de llevarse la corona del evento.
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EL JUEGO
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El descalabro en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Tlaxcala ocurrió en la última jornada de la fase del round robin, cuando el equipo Novatos de esta entidad llegaba invicto con cuatro triunfos y cero derrotas.
Ganar aseguraba el campeonato, pero la historia fue diferente, ya que la caída privó al equipo tlaxcalteca de llevarse el campeonato nacional, el que terminó en el combinado de Guanajuato.
El entrenador señaló que es una experiencia de la que aprenderán, porque esas son las enseñanzas que deja el deporte.
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Refirió Bogar que la fortaleza mental y la concentración total en cada partido, en cada momento, son fundamentales para llegar al éxito. Todos los juegos son diferentes y no hay rival débil, en Tlaxcala tenemos talento y futuro, pero nos hace falta unificación de ideas y de criterio, una vez que el deportista y el entrenador unifiquen caracteres, ideologías, sueños y metas por cumplir Tlaxcala brillará como las estrellas y se volverán inalcanzables, mientras tanto a seguir trabajando con las futuras generaciones sin mediar ni temer al éxito pues Tlaxcala está destinado a eso y más
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Al preguntarle a Carrasco qué falló en el estrategia en el último partido, respondió que fue desconcentración, ya que sus jugadores se confiaron y no marcaron fuerte y en la ofensiva les faltó contundencia.
El juego parecía fácil con la ventaja para Tlaxcala de 12 puntos en el primer cuarto y al paso de los minutos se esfumó esa ventaja para terminar con un adverso de cinco puntos. Mis jugadores se confiaron y como dije, cada juego es diferente y fue lo que pasó, pero no lo entendieron así, y al final les ganó la pasión y no la concentración como con Guanajuato, al que derrotamos en el duelo de invictos, explicó el entrenador
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Añadió que así como fue increíble caer ante Ciudad de México también lo fue vencer a Guanajuato, cuadro superior en el papel.
Reconoció que en algunos lapsos sus jugadores perdieron ritmo por desconcentración, por lo que sacarlos un momento era una opción que no realizó en el momento adecuado.
Habló que en un equipo cuando las cosas no salen bien la culpa es compartida entre entrenador y jugadores.
Mencionó que deben mirar para delante y seguir con el trabajo, que es la base para mejorar.