Con la espina clavada por no lograr su objetivo de ganar medalla regresaron a Tlaxcala, provenientes de Chihuahua, los pugilistas Brian Domínguez y Fernando Tlatelpa, ambos eliminados en la fase de los cuartos de final de la Olimpiada y Nacional Juvenil 2018.

Los deportistas tomaron un vuelo la mañana de ayer con destino a la Ciudad de México para reintegrase a sus actividades en su natal San Pablo del Monte. El resto de la delegación de boxeo retornó la tarde del mismo día.

Brian Domínguez comentó que se siente impotente por la decisión de un médico de la Olimpiada y Nacional Juvenil, de no permitirle pelear, según por presentar caries.

El joven tlaxcalteca sostuvo que lo ocurrido es un duro golpe emocional “porque me preparé, fueron muchos sacrificios”.

Con siete años en este deporte, el púgil de San Isidro Buensuceso refirió que lo vivido en Chihuahua es un aprendizaje para no volverse a confiar. “Me deja una espina clavada, vi a mis oponentes y sentí que si llegaba a la final, tal vez traía el oro”, apuntó.

Por su parte, Fernando Tlatelpa se sintió desconcertado a su retorno a la entidad ya que aseguró que ganó el combate de cuartos de final al hidalguense Jonathan Ulises Naranjo.

Dijo que, a su regreso a San Pablo del Monte, se alista para continuar sus estudios en la secundaria Manuel Bernal López.

Su padre Dino Tlatelpa funge como su entrenador de boxeo.