De no tomar medidas y hábitos que reviertan el cambio climático en los próximos 10 años, será difícil la conservación del estado natural del ecosistema, afirmó Ezequiel Hernández Pérez, profesor de la carrera de Biología de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México campus III, a propósito del Día Mundial de la Educación Ambiental, que es celebrado el 26 de enero.

Indicó que en la actualidad las consecuencias y efectos son visibles, sin embargo, “los procesos de sobrevivencia de los seres vivos se van a modificar y dentro de los principales problemas, sobre todo en las ciudades, será la escasez de agua, la producción de alimentos y algunas enfermedades trasmitidas por mosquitos”.

Sostuvo que la principal causa en el país es la tala de árboles, puesto que son reguladores de la temperatura, de precipitaciones pluviales extremas y de sequías prolongadas.

De tal manera que, la intervención académica es una opción - mediante la investigación- hacia un modo de vida sustentable.

Indicó que estudiantes de sexto semestre del programa, han comenzado a hacer estudios sobre la alteración del ambiente para identificar de qué manera afecta a las plantas, en particular las orquídeas.

“La intención es determinar ante un mundo cambiante por el clima climático si hay modificaciones y permitan conocer cómo es que la deforestación afecta”, refirió.

Además, de reforzar en los planteles de educación básica una visión más crítica, activa, interesada y comprometida hacia el cuidado del entorno, “debemos promover la interacción de los escolares con el medio ambiente, para que sepan que está sucediendo con la contaminación del suelo, el agua y la atmosfera”.

CONMEMORACIÓN

El 26 de enero se conmemora el Día Mundial de la Educación Ambiental, que tiene su origen en 1975, año en que se celebró en Belgrado (actual capital de la República de Serbia), el Seminario Internacional de Educación Ambiental.

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