Este Jueves Santo, Chiautempan recibió a miles de feligreses que participaron en la visita de las Siete Casas, una tradición que consiste en acudir a los templos ubicados en el primer cuadro de la ciudad.
Las iglesias principales lucieron llenas y hubo largas filas de personas al exterior de los templos para ingresar a orar, pedir perdón por sus pecados, buscar redimir su alma y reivindicar su fe.
A los católicos y visitantes no les importó esperar varios minutos para poder ingresar a los templos para cumplir con esta tradición de Semana Santa que recuerda pasajes bíblicos. Los templos permanecerán abiertos hasta la medianoche.
Este año, la visita de las Siete Casas inició en el convento franciscano de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicado sobre Iturbide Poniente, en Chiautempan, de acuerdo con el significado bíblico, este punto representó el día que fue la última cena entre Jesús y sus apóstoles, en el momento de oración Cristo sudó sangre en el huerto de Getsemaní.
La segunda casa fue en la iglesia de La Concepción, sobre Ignacio Picazo Sur, en este punto hicieron mención al momento de la aprehensión de Jesús, después de que Judas lo entregó a los soldados para ser llevado a la casa de Anás.
El tercer punto fue en la Iglesia de Guadalupe, en calle Antonio Díaz Varela, donde rememoran cuando el hijo de Dios fue interrogado por Anás y juzgado por Caifás, quien determinó que Jesús murió para salvar a su pueblo.
El siguiente punto fue la iglesia de la Soledad, en calle Miguel Hidalgo Sur, el pasaje bíblico fue cuando Caifás llevó a Jesús con el representante del César, Poncio Pilato.
La quinta visita fue en Nuestra Señora del Carmen, sobre calle Ignacio Picazo Sur, donde rememoraron el trayecto de la casa de Poncio Pilato al palacio del Rey Herodes, donde el César se "lavó las manos" para liberarse de la responsabilidad de lo que ocurriera a Jesús.
La sexta visita fue en el templo de la Ermita de la Concepción, en avenida Manuel Saldaña Sur, donde evocaron a Herodes, quien no aceptó dar veredicto a Jesús, así que fue regresado con Poncio Pilato para ser azotado, le colocaron una corona de espinas y lo condenaron a muerte.
Finalmente, la séptima casa fue en la capilla de San Sebastián Mártir, ubicada entre las calles José María Morelos y Pavón Poniente y Manuel Saldaña Sur, que recuerda el recorrido que hizo Jesús cargando la cruz en la que fue crucificado en el Monte Calvario.