Debido a restricciones para derribar árboles afectados, la fragmentación de terrenos por venta o renta y una indefinición en la tenencia de predios, no ha sido posible controlar del todo la plaga del gusano descortezador, reconoció la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
A través de su pagina oficial, señaló que en la zona de la montaña se conjugan varios factores que dificulta su atención inmediata, además de las quemas agrícolas que afectan al arbolado forestal, así como la tala ilegal que propicia la dispersión de la plaga al no recibir el tratamiento adecuado.
Precisó que una vez agravado el problema dio atención a través del Comité Técnico Estatal de Sanidad Forestal del Estado de Tlaxcala, que implementó el Sistema de Comando de Incidentes que lidera la Conafor.
La dependencia federal admitió que la presencia de brotes activos de insectos descortezadores tienen antecedentes desde el año 2010, pero por la falta de atención inmediata el problema se agravó. De eso ya han pasado 11 años.
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Resaltó que los insectos descortezadores juegan un papel regulador en los bosques templados, ya que son agentes biológicos que se encargan de eliminar los árboles débiles o enfermos, dejan a los ejemplares más fuertes, pero en descontrol es una plaga.
No obstante, comentó que una vez que en los bosques se presentan continuos incendios forestales, tala inmoderada, efectos del cambio climático, sequías o ampliación de la frontera agrícola, incrementan desproporcionadamente la población de los escarabajos y enferman a la masa arbolada a gran escala.
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MANTIENE CONAFOR EL SANEAMIENTO FORESTAL
Por otro lado, mencionó que el Gobierno Federal, a través de la Conafor, mantiene el programa de Sanidad Forestal, que entre sus principales acciones se encuentra la atención a ese insecto depredador.
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Las acciones para llevar a cabo el control de los insectos descortezadores -puntualizó- están reguladas por la Norma Oficial Mexicana NOM-019-SEMARNAT-2017, la cual indica el derribo de árboles enfermos, para que los insectos no migren a los árboles cercanos. Resaltó que dependiendo de la situación y la especie de descortezador, en algunos casos también se debe trozar, descortezar, quemar, astillar o aplicar un químico en puntas, ramas y tronco.
- Para disminuir la afectación en los bosques templados por descortezadores, es primordial la identificación de las áreas de mayor riesgo a fin de proponer medidas que reduzcan las afectaciones ya que los insectos descortezadores representan un ciclo de retroalimentación negativa con impacto fuerte.
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