El día de San José en el municipio de Nativitas fue diferente al del año pasado, cuando apenas iniciaba la pandemia del coronavirus. En la víspera, una peregrinación proveniente del Estado de México veló al santo patrón, los creyentes pernoctaron en el atrio de la iglesia y, después de participar en la misa, regresaron a su lugar de origen. Entonces, la población los invitó a degustar el tradicional mole y por la noche, se divirtieron con juegos mecánicos y fuegos artificiales. La fiesta se extendía con eventos culturales, deportivos y sociales con el baile popular.

Esta vez, al abrir el templo para esta celebración, los fiscales de la iglesia fueron advertidos por la Diócesis de Tlaxcala de que, para evitar contagios del virus SARS-CoV-2, quedarían suspendidas las ceremonias para imponer el sacramento de la comunión. En la misa, deberían de participar en sana distancia, con uso de gel alcoholado y desinfectante.

Este Diario constató que la población sigue temerosa de un contagio del coronavirus, algunas familias prepararon mole para recibir a sus compadres y familiares. Escuelas de preescolar y primaria permanecen cerradas, lo mismo que la presidencia de comunidad. Fue prohibido que la artesanos de otros lugares se instalaran en las calles céntricas.

Los representantes de la iglesia católica adornaron el templo con flores para la celebración de la misa que tuvo lugar a las 13:00 horas. En el atrio se hizo escuchar la chirimía y el toponaxtle, una banda de música de viento y cohetones aéreos para informar del acontecimiento.

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