Sentí más miedo con el sismo del año pasado que en el de 1985: María

Desde hace más de 25 años su familia se dedica a la venta de artículos religiosos afuera de la Parroquia de San José

NADIA MENDOZA

  · jueves 20 de septiembre de 2018

María Isabel vivió dos terremotos: hoy mantiene su caseta de venta de artículos religiosos al lado de San José. Héctor Lorenzo

El sismo del 19 de septiembre del año pasado lo viví con mayor temor que el de 1985, sentí más miedo, compartió a El Sol de Tlaxcala, María Isabel Hernández Nava, originaria de San Sebastián Atlahapa.

Desde hace más de 25 años su familia se dedica a la venta de artículos religiosos afuera de la Parroquia de San José en el municipio de Tlaxcala.

Hace un año como todos los días se encontraba en su caseta de venta trabajando cuando comenzó a temblar.

Entre titubeos, dijo que logró alejarse de la parroquia hacia la calle Primero de Mayo para tratar de resguardarse

“La tierra hizo sonidos muy feos, el suelo se movió como ola, la cúpula de San José se movía como ramas de un árbol, ví cuando se vino abajo y el polvo que se levantó. Fueron segundos que parecían interminables”

María Isabel, de 52 años, expresó que tuvo sentimientos encontrados de miedo, desesperación, incertidumbre y temor por la magnitud del temblor y la duración.

“Vi a mucha gente que se hincó a rezar en la calle por desesperación, la gente gritaba y decía en voz alta su preocupación por saber sobre sus hijos que en ese momento salían de la escuela”.

María Isabel afirmó que guarda la experiencia del temblor de 2017 como una anécdota que le originó miedo.

A pesar de que sabe que cuando ocurra un fenómeno natural de ese tipo debe abandonar el lugar en donde esté para protegerse, confió en que no vuelva a suceder algo similar.

“Como dicen, si nos va a tocar así será, aunque nos quitemos, solo Dios sabe”.

Hoy en día, Hernández Nava mantiene su caseta de venta de artículos religiosos al lado de San José, en la zona de las jardineras donde les autorizaron su reubicación temporal.

Comentó que desde hace más de 25 años venden los productos, la iniciadora fue su mamá, pero tras su muerte optó por continuar con el puesto.



María Isabel Hernández, Comerciante

Como dicen, si nos va a tocar así será, aunque nos quitemos, solo Dios sabe”.