Difícil viaje tendrá que afrontar el Papa Francisco a Chile y Perú

Sera el sexto viaje de Bergoglio a América Latina en casi cinco años de reinado

Jorge SANDOVAL G. | Corresponsal

  · sábado 13 de enero de 2018

Foto: EFE

Ciudad del Vaticano.- El difícil viaje de Francisco a Chile y Peru. El que se dispone a afrontar el pontífice argentino a dos países de su región,del 15 al 22 de este mes, se caracterizara por una serie de insidias religiosas, políticas y sociales. Sera el sexto viaje de Bergoglio a América Latina en casi cinco años de reinado y no es arriesgado afirmar que se tratara de uno de los más problemáticos, no solo a nivel latinoamericano sino también desde el punto de vista internacional.

Esta vez Francisco tocara “en vivo” problemas que con insistencia busca combatir, injusticias sociales, corrupción, escándalos y abusos sexuales por parte de eclesiásticos locales, entre muchos otros.

En Chile el clima no es de los mejores. Desde hace varias semanas se registran protestas e inclusive amenazas. “La próxima bomba estará debajo de tu sotana”, se leía en un panfleto después de que un grupo de manifestantes daño algunas iglesias lanzando algunos artefactos incendiarios de bajo potencial, sin contar con la ocupación de la nunciatura apostólica (la embajada del Vaticano).

El gobierno de Santiago es acusado por varios sectores de la población de haber gastado demasiado para organizar la visita papal (alrededor de 8-10 millones de dolares), dinero que pudo haberse utilizado en favor de las periferias pobres. Por otro lado, esta la exasperación de numerosos fieles furiosos por el terrible escandalo de abusos sexuales, criticando a la Iglesia de haberlo minimizado y que tuvo como protagonista al padre Fernando Karadima, que se retiro con una dorada pension.

Es verdad que el Vaticano lo castigo, prohibiéndole celebrar misa, pero no considero oportuno reducirlo al estado laico no obstante los crímenes cometidos.

Esta situación se agravo por la decisión de Francisco, hace dos años, de nombrar obispo de la vacante diócesis de Osorno, a Juan Barros, un prelado muy amigo de Karadima y como tal acusado de haberlo protegido.

 Las víctimas de tantos abusos esperan gestos importantes por parte de Francisco, pero ya hay quien plantea dudas. El hecho es que el pasado 17 de diciembre Bergoglio no intervino para evitar que venciera el mandato de la Comisión para la Tutela de las Víctimas de Abusos, un organismo creado hace tres años por él mismo, nombrando entre sus miembros a dos exvictimas, Peter Saunders y Marie Collins, quienes renunciaron a causa del inmovilismo de la curia vaticana, acusándola de proteger el sistema y de no permitir la creación de un Tribunal especial para juzgar a los obispos encubridores y protectores de sacerdotes pederastas.

Otro problema es el relativo a las poblaciones indígenas, como los aborígenes mapuches que luchan por recuperar al menos una parte de su territorio ancestral que ha provocado enfrentamientos violentos y criticas a ,la Iglesia chilena. Ahora esperan que la visita de Bergoglio sirva para promover su causa.

Y no hay que olvidar la fuerte controversia chileno-boliviano sobre una salida al oceano pacifico que ya causo fricciones entre el Vaticano y los gobiernos de ambos paises.

En diciembre pasado, el mandatario boliviano, Evo Morales, que se ha encontrado con el Papa jesuita cinco veces, hablo de un presunto “apoyo” de Francisco a la tésis de su país, si bien el Vaticano no lo confirmo. En noviembre pasado, la embajada chilena ante la Santa Sede pidió que “ninguna persona se pronuncie sobre la cuestión hasta que no haya una decisión de La Haya”.

Se trata en síntesis de un clima bastante difícil el que Francisco encontrara en Chile, donde según los últimos datos la popularidad del Papa latinoamericano ha descendido notablemente: en una escala de 1 a 10 el voto sobre la acción de Bergoglio es de 5.3. 

En Perú la situación que encontrara Francisco no es menos complicada, como lo demuestra desde el punto de vista político, la corrupción, después de que tres presidentes sucesivos (Alan García, Alejandro Toledo y Ollanta Humala) se vieron involucrados en las revelaciones sobre los sobornos de la transnacional brasileña Odebrecht.

Al igual que en Chile, también en Perú el pontífice argentino tendrá que lidiar con un gravísimo escandalo de violencias y abusos sexuales a daños de menores por parte del fundador de la Congregación “Sodalicio de Vida Cristiana’, Luis Fernando Figari , acusado con otros dirigentes también de graves irregularidades financieras.

Figari ya fue condenado por un Tribunal civil, que pidió su arresto, solo que el acusado se encuentra actualmente en Roma. Apenas el miércoles pasado, Bergoglio y el Vaticano se decidieron finalmente a intervenir la Congregación, nombrando a un “comisario” encargado de guiar el camino de “Sodalicio de Vida Cristiana”.

Con toda probabilidad, como ya lo ha hecho en otros países, Francisco se reunirá en ambos países con algunas de las víctimas de estos abusos sexuales.

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