El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el martes que visitará la próxima semana Puerto Rico, arrasado por el huracán María, en medio de una controversia por su demora en responder a la creciente crisis humanitaria en ese territorio estadounidense en el Caribe.
Trump se comunicó con el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, y le prometió "la asistencia continua" del gobierno federal.
"Iré a Puerto Rico el martes" próximo, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca, señalando que fijó la fecha del 3 de octubre para no interferir con los esfuerzos de recuperación.
"Esa gente es muy importante para todos nosotros", dijo el presidente. "Hemos mandado enormes cantidades de alimentos y agua".
Trump anunció su viaje mientras su gobierno es acusado de no asistir a Puerto Rico con la misma urgencia que lo hizo con Florida y Texas, dos estados fuertemente golpeados por huracanes en las últimas semanas.
Pero el mandatario estadounidense estimó que el envió de ayuda a Puerto Rico, por ser una isla, se hacía más complicado que para Texas y Florida. Un poco antes, había aumentado los fondos federales destinados a las labores de socorro y reconstrucción.
Puerto Rico, un Estado Libre Asociado a Estados Unidos desde 1952, recibió el impacto de dos potentes tormentas, Irma y María, que dejaron a la mayor parte de sus 3,4 millones de habitantes sin agua corriente, electricidad y comunicaciones.