/ martes 20 de diciembre de 2022

Carta abierta: yo defiendo a la democracia

Nací en 1988 cuándo las elecciones las organizaba la Secretaría de Gobernación, sí, cuándo se cayó el sistema del que era responsable Manuel Bartlett, actualmente director general de la Comisión Federal de Electricidad.

A pesar de mi corta edad, de mi niñez tengo presente el carisma de Colosio y el impacto de su muerte. Con mayor conciencia recuerdo el bum que causó la simpatía de Vicente Fox que lo llevó a la Presidencia de la República; cómo olvidar la controvertida elección de 2006 y la “presidencia legítima”; del 2012 el regreso del PRI al poder; el 2018 lo tengo más presente que nunca, la esperanza que prometió el hoy presidente, se vio reflejada en el número de votos ganados.

Siempre he sostenido que la universidad me cambió la vida, las razones son muchas, pero estudiar Ciencia Política me permitió comprender cada uno de estos sucesos vividos y que hoy ya son historia. Con los conocimientos adquiridos, puedo afirmar que he visto nacer instituciones y cómo se han dotado de autonomía; he vivido la alternancia en la Presidencia de la República después de 71 años de hegemonía; he transitado los gobiernos del PRI, PAN y actualmente de Morena. Mi pasión por el Derecho Parlamentario y Electoral, me han llevado a darle seguimiento de cerca a los procesos electorales y cómo han cambiado los equilibrios políticos en el Congreso y en los estados.

Como podrán darse cuenta, he crecido junto a la consolidación de la Democracia de mi país. Conozco su historia y celebro cada derecho ganado, sobre todo los encaminados a las mujeres y de las minorías. Reconozco la importancia de las instituciones, indispensables para la vigilancia de la ley y garantizar derechos.

Porque estoy convencida que no hay mejor forma de gobierno que la Democracia, y que contar con una institución como el Instituto Nacional Electoral ha sido lucha de años y de muchos, hoy defiendo al INE que va más allá de su Consejo General, sino de una institución que tiene una estructura del servicio profesional en todo el país, que no sólo garantiza los derechos políticos de todas y todos sino que a través de elecciones limpias es posible la transición pacífica del poder y por ende contribuye a la estabilidad política del país, y hoy estos principios están en riesgo.

Y no hablo desde mi posición en el Consejo Local, sino desde el trabajo que he desempeñado en contacto directo con la ciudadanía. Esa experiencia me ha enseñado que la organización de las elecciones no es una tarea improvisada, sino el cúmulo de muchas actividades que se desarrollan en diferentes etapas, antes y después de una jornada electoral. Es ahí donde el personal de las juntas distritales (Servicio Profesional Electoral Nacional y de plaza administrativa) ejecuta su labor y ha demostrado por más de treinta años que nuestro sistema funciona, pues a pesar de las vicisitudes, dan certeza a los resultados, desdibujando cualquier teoría del fraude.

Como un acto de congruencia, ante la amenaza de una reforma que claramente representa un retroceso a nuestro sistema democrático, particularmente a nuestro sistema de elecciones que da legitimidad a quienes nos gobiernan, que atenta contra los derechos laborales de quienes integran el servicio profesional y que violenta a nuestra constitución, hoy defiendo a la Democracia, por un país lleno de libertades dónde todas las opiniones y preferencias políticas tengan cabida y sus instituciones sean autónomas. Desde este espacio hacemos votos para que las instancias jurisdiccionales frenen esta reforma, que claramente es un atentado contra nuestros avances democráticos.

*Colaboradora de Integridad Ciudadana

Consejera Local del INE Estado de México

  • VivianaIslasM @Integridad_AC

Nací en 1988 cuándo las elecciones las organizaba la Secretaría de Gobernación, sí, cuándo se cayó el sistema del que era responsable Manuel Bartlett, actualmente director general de la Comisión Federal de Electricidad.

A pesar de mi corta edad, de mi niñez tengo presente el carisma de Colosio y el impacto de su muerte. Con mayor conciencia recuerdo el bum que causó la simpatía de Vicente Fox que lo llevó a la Presidencia de la República; cómo olvidar la controvertida elección de 2006 y la “presidencia legítima”; del 2012 el regreso del PRI al poder; el 2018 lo tengo más presente que nunca, la esperanza que prometió el hoy presidente, se vio reflejada en el número de votos ganados.

Siempre he sostenido que la universidad me cambió la vida, las razones son muchas, pero estudiar Ciencia Política me permitió comprender cada uno de estos sucesos vividos y que hoy ya son historia. Con los conocimientos adquiridos, puedo afirmar que he visto nacer instituciones y cómo se han dotado de autonomía; he vivido la alternancia en la Presidencia de la República después de 71 años de hegemonía; he transitado los gobiernos del PRI, PAN y actualmente de Morena. Mi pasión por el Derecho Parlamentario y Electoral, me han llevado a darle seguimiento de cerca a los procesos electorales y cómo han cambiado los equilibrios políticos en el Congreso y en los estados.

Como podrán darse cuenta, he crecido junto a la consolidación de la Democracia de mi país. Conozco su historia y celebro cada derecho ganado, sobre todo los encaminados a las mujeres y de las minorías. Reconozco la importancia de las instituciones, indispensables para la vigilancia de la ley y garantizar derechos.

Porque estoy convencida que no hay mejor forma de gobierno que la Democracia, y que contar con una institución como el Instituto Nacional Electoral ha sido lucha de años y de muchos, hoy defiendo al INE que va más allá de su Consejo General, sino de una institución que tiene una estructura del servicio profesional en todo el país, que no sólo garantiza los derechos políticos de todas y todos sino que a través de elecciones limpias es posible la transición pacífica del poder y por ende contribuye a la estabilidad política del país, y hoy estos principios están en riesgo.

Y no hablo desde mi posición en el Consejo Local, sino desde el trabajo que he desempeñado en contacto directo con la ciudadanía. Esa experiencia me ha enseñado que la organización de las elecciones no es una tarea improvisada, sino el cúmulo de muchas actividades que se desarrollan en diferentes etapas, antes y después de una jornada electoral. Es ahí donde el personal de las juntas distritales (Servicio Profesional Electoral Nacional y de plaza administrativa) ejecuta su labor y ha demostrado por más de treinta años que nuestro sistema funciona, pues a pesar de las vicisitudes, dan certeza a los resultados, desdibujando cualquier teoría del fraude.

Como un acto de congruencia, ante la amenaza de una reforma que claramente representa un retroceso a nuestro sistema democrático, particularmente a nuestro sistema de elecciones que da legitimidad a quienes nos gobiernan, que atenta contra los derechos laborales de quienes integran el servicio profesional y que violenta a nuestra constitución, hoy defiendo a la Democracia, por un país lleno de libertades dónde todas las opiniones y preferencias políticas tengan cabida y sus instituciones sean autónomas. Desde este espacio hacemos votos para que las instancias jurisdiccionales frenen esta reforma, que claramente es un atentado contra nuestros avances democráticos.

*Colaboradora de Integridad Ciudadana

Consejera Local del INE Estado de México

  • VivianaIslasM @Integridad_AC