/ miércoles 4 de diciembre de 2019

Visión Empresarial | Un primer año de gobierno de claroscuros

Es inevitable para el sector empresarial hacer referencia sobre el primer año de gobierno del presidente López Obrador; sobretodo, en el ánimo de esperar que sus políticas públicas sean exitosas y conlleven al bienestar general por encima de cualquier otro interés particular. Es decir, el cambio de régimen que ha propuesto el Ejecutivo Federal debe ser positivo para cada uno de los sectores de la sociedad. Entendemos que durante años, con el permiso de anteriores gobiernos se dio paso y se incrementó la corrupción, la impunidad, la falta de transparencia en la aplicación de los recursos públicos y se dejó sentir el peor de los flagelos: la inseguridad, acompañada de desapariciones forzadas, ejecuciones, cobros de piso, despojos, extorsiones, secuestros, en fin, lo que muchos ciudadanos llaman la ausencia e incluso abusos del Estado.

Por ello, millones de mexicanos vislumbraron un cambio, un anhelo de que sí es posible tener un México que todos merezcamos, donde la igualdad, la justicia, la seguridad, la salud, la educación de calidad, el empleo bien remunerado y todos aquellas condicionantes que hacen que una persona se sienta y viva plena a lado de su familia, sin el temor de preguntarse cómo voy a sobrevivir o cómo llevaré el sustento, sean situaciones de derecho y no lacerantes para la sociedad.

Reconocemos que el actual gobierno volteé a ver y además acepte que existen 53 millones de pobres en el país, los cuales requieren de manera urgente el acceso a todas las garantías que ofrece nuestra Constitución. De esta forma, es importante que el Ejecutivo Federal haya secundado a la Coparmex para impulsar el incremento del Salario Mínimo en un 16 por ciento, el cual había perdido el 80 por ciento de su poder adquisitivo. Con ello, se demuestra lo que aseguraba el sector patronal, que sí existían las condiciones para aumentarlo y permitir su evolución con el fin de llegar a la línea de bienestar.

Asimismo, el representante del Ejecutivo Federal con el eco del Congreso llevaron una reforma laboral que de entrada permite desterrar a los llamados sindicatos charros, los cuales han marginado a los trabajadores de sus derechos y cuyas cuotas sindicales han permitido enriquecer a sus cúpulas. Sin embargo, la reforma laboral aún está inconclusa, pues falta evitar que los procesos administrativos y jurisdiccionales generen alto impacto a los trabajadores, vulneren los convenios internacionales y afecten la buena marcha de las empresas, sobre todo a las micro, pequeñas y medianas, que representan más del 90% del mercado laboral mexicano.

Sin embargo, no podemos dejar pasar y además señalar la importancia que tiene el crecimiento económico, el cual hasta ahora ha sido de cero crecimiento para el país, con base a lo señalado por el Inegi. Por lo cual, desde el inicio del gobierno era prioritario detonar y continuar con las obras de gran calado que pondrían a México en el escenario de la competitividad como lo es el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y aquellas obras que estén basadas en la sustentabilidad y viabilidad técnica, sin caer en caprichos.

Así que, podemos señalar que el primer tramo del actual gobierno ha sido una sinfonía de claroscuros, donde se resalta la importancia de cumplir las leyes y por otro lado se ejecutan actos al margen de éstas, como la realización de las consultas populares fuera del marco normativo; donde tres de cada cuatro obras se asignan de manera directa y no por licitación; una austeridad que no ha sido racional y que ha tenido como consecuencia un subejercicio del gobierno dejando de gastar 151 mil millones de pesos; recortes al sector vivienda, turismo y otros rubros sociales pero incrementando los recursos económicos para cubrir los apoyos ciudadanos; la búsqueda del apoyo del sector empresarial para activar la economía e invertir en grandes proyectos que requiere México y al mismo tiempo, estigmatizando la labor empresarial, a lo cual hemos insistido que los enemigos a vencer no son los empresarios, son la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la desigualdad.

Es así, como el primer trayecto del actual gobierno se convierte en claroscuros. Sin embargo, una obligación del gobierno actual es crear la confianza y certidumbre necesarias para que a todos, absolutamente a todos nos vaya bien y que México sea aún, un país de leyes, donde el Estado de Derecho se fortalezca y sobretodo, se respete.

*Presidente de la COPARMEX Tlaxcala

Facebook: @NoeAltamiranoIslas

Twitter: @Noe_Altamirano_

Es inevitable para el sector empresarial hacer referencia sobre el primer año de gobierno del presidente López Obrador; sobretodo, en el ánimo de esperar que sus políticas públicas sean exitosas y conlleven al bienestar general por encima de cualquier otro interés particular. Es decir, el cambio de régimen que ha propuesto el Ejecutivo Federal debe ser positivo para cada uno de los sectores de la sociedad. Entendemos que durante años, con el permiso de anteriores gobiernos se dio paso y se incrementó la corrupción, la impunidad, la falta de transparencia en la aplicación de los recursos públicos y se dejó sentir el peor de los flagelos: la inseguridad, acompañada de desapariciones forzadas, ejecuciones, cobros de piso, despojos, extorsiones, secuestros, en fin, lo que muchos ciudadanos llaman la ausencia e incluso abusos del Estado.

Por ello, millones de mexicanos vislumbraron un cambio, un anhelo de que sí es posible tener un México que todos merezcamos, donde la igualdad, la justicia, la seguridad, la salud, la educación de calidad, el empleo bien remunerado y todos aquellas condicionantes que hacen que una persona se sienta y viva plena a lado de su familia, sin el temor de preguntarse cómo voy a sobrevivir o cómo llevaré el sustento, sean situaciones de derecho y no lacerantes para la sociedad.

Reconocemos que el actual gobierno volteé a ver y además acepte que existen 53 millones de pobres en el país, los cuales requieren de manera urgente el acceso a todas las garantías que ofrece nuestra Constitución. De esta forma, es importante que el Ejecutivo Federal haya secundado a la Coparmex para impulsar el incremento del Salario Mínimo en un 16 por ciento, el cual había perdido el 80 por ciento de su poder adquisitivo. Con ello, se demuestra lo que aseguraba el sector patronal, que sí existían las condiciones para aumentarlo y permitir su evolución con el fin de llegar a la línea de bienestar.

Asimismo, el representante del Ejecutivo Federal con el eco del Congreso llevaron una reforma laboral que de entrada permite desterrar a los llamados sindicatos charros, los cuales han marginado a los trabajadores de sus derechos y cuyas cuotas sindicales han permitido enriquecer a sus cúpulas. Sin embargo, la reforma laboral aún está inconclusa, pues falta evitar que los procesos administrativos y jurisdiccionales generen alto impacto a los trabajadores, vulneren los convenios internacionales y afecten la buena marcha de las empresas, sobre todo a las micro, pequeñas y medianas, que representan más del 90% del mercado laboral mexicano.

Sin embargo, no podemos dejar pasar y además señalar la importancia que tiene el crecimiento económico, el cual hasta ahora ha sido de cero crecimiento para el país, con base a lo señalado por el Inegi. Por lo cual, desde el inicio del gobierno era prioritario detonar y continuar con las obras de gran calado que pondrían a México en el escenario de la competitividad como lo es el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y aquellas obras que estén basadas en la sustentabilidad y viabilidad técnica, sin caer en caprichos.

Así que, podemos señalar que el primer tramo del actual gobierno ha sido una sinfonía de claroscuros, donde se resalta la importancia de cumplir las leyes y por otro lado se ejecutan actos al margen de éstas, como la realización de las consultas populares fuera del marco normativo; donde tres de cada cuatro obras se asignan de manera directa y no por licitación; una austeridad que no ha sido racional y que ha tenido como consecuencia un subejercicio del gobierno dejando de gastar 151 mil millones de pesos; recortes al sector vivienda, turismo y otros rubros sociales pero incrementando los recursos económicos para cubrir los apoyos ciudadanos; la búsqueda del apoyo del sector empresarial para activar la economía e invertir en grandes proyectos que requiere México y al mismo tiempo, estigmatizando la labor empresarial, a lo cual hemos insistido que los enemigos a vencer no son los empresarios, son la inseguridad, la corrupción, la impunidad, la desigualdad.

Es así, como el primer trayecto del actual gobierno se convierte en claroscuros. Sin embargo, una obligación del gobierno actual es crear la confianza y certidumbre necesarias para que a todos, absolutamente a todos nos vaya bien y que México sea aún, un país de leyes, donde el Estado de Derecho se fortalezca y sobretodo, se respete.

*Presidente de la COPARMEX Tlaxcala

Facebook: @NoeAltamiranoIslas

Twitter: @Noe_Altamirano_

ÚLTIMASCOLUMNAS