/ martes 16 de abril de 2024

Vladimir Juárez / Los saldos del primer debate presidencial

IVÁN ARRAZOLA CORTÉS

El primer debate presidencial parecía haber dejado varias cosas claras, que hubo una ganadora clara y que las otras candidaturas habían perdido una buena oportunidad para acortar la ventaja frente a la puntera en las encuestas, sin embargo, el primer debate presidencial sacó a relucir los puntos débiles de todos los contendientes y de las instituciones electorales.

Sin duda, una de las campañas que más se cimbró fue la de la oficialista Claudia Sheinbaum, si bien fue la que mostró más aplomo y el mejor desempeño durante el primer debate, los silencios que la candidata guardó sobre los cuestionamientos a decisiones del Gobierno Federal generaron molestia en Palacio Nacional, se entendió como una especie de deslinde respecto al actual gobierno, fue tal la molestia que en diversas declaraciones posteriores al debate, la candidata de Morena tuvo que mencionar que faltaron cosas por responder pero lo haría en el posdebate y que durante el ejercicio defendió con el corazón el proyecto de la Cuarta Transformación.

La molestia se hizo más evidente cuando el presidente en su mañanera declaró que durante el debate no se reconoció nada de lo que ha hecho el Gobierno de la Cuarta Transformación, cuestionó las preguntas, cuestionó a los moderadores y el ánimo pesimista que predominó en el debate en temas como salud o educación, en su crítica de manera implícita cuestionó a la candidata de su partido al señalar que fue un debate en el que se resaltó lo malo y nadie defendió el proyecto transformador.

Lo que de alguna forma parece estar presente en este momento de tensión entre la candidata de Morena y López Obrador, es que Sheinbaum comienza a crecer de forma independiente después del debate, las dudas de que Sheinbaum era una candidata dependiente del apoyo presidencial y que no haría un buen debate fueron disipadas, la presión sobre Sheinbaum parece ir en el sentido de que no olvide quien la hizo candidata y que bajo ninguna circunstancia puede romper con el presidente en caso de ganar la presidencia de la República.

En el caso de Xóchitl Gálvez la campaña hizo crisis después del mal desempeño que tuvo la candidata de Fuerza y Corazón por México durante el primer debate. Desde que salió a dar sus primeras declaraciones después del debate la candidata lucía desencajada por lo que había ocurrido, culpó al formato por su mal desempeño, alegó que las reglas eran confusas y que para posteriores debates trataría de ser ella misma.

Pero lo cierto es que la candidata en los días posteriores no atinó en cuál era la estrategia que debía seguir para el control de daños, lo ideal habría sido que el equipo que la rodeó fuera el que diera la cara en el posdebate, en los principales espacios en medios nacionales el equipo de Gálvez lo hizo bien, sin embargo, Gálvez continuó dando declaraciones y en cada una de ellas generaba más dudas, sobre mostrar el Escudo Nacional de cabeza dio dos versiones, en redes dijo que mostrar el Escudo Nacional al revés fue una acción deliberada como una forma de protesta, en declaraciones señaló que se equivocó, posiblemente lo mejor para la candidata habría sido limitarse a cumplir con su agenda de presentaciones y dar la vuelta a la página al tema del debate sin dar más declaraciones.

Para rematar, Gálvez visitó el INE junto con los presidentes de la coalición para pedir a los consejeros que suspendieran las conferencias mañaneras del presidente y que el Instituto se encargara de hacer una campaña para evitar el uso faccioso de programas sociales, las dos propuestas de Gálvez fueran rechazadas por el INE, con eso cerró una semana complicada, Xóchitl desaprovechó una oportunidad para mostrarse presidenciable ante la ciudadanía y tratar de acercarse en las encuestas, lo del INE parece una acción desesperada de una campaña en la que el tiempo se agota y las preferencias no se modifican sustancialmente.

Por último, en el caso del candidato de MC, Jorge Álvarez Máynez, desaprovechó una oportunidad para generar capital político y mostrar que tiene un proyecto político propio, como su referencia a la “nueva política”. En la apertura del debate Claudia Sheinbaum mencionó que se discutirían dos proyectos, Máynez en lugar de responder que había tres proyectos, se dedicó a hacer una presentación de él y de su familia, a lo largo del debate cuestionó a la candidata de Fuerza y Corazón por México y no logró disipar las dudas sobre que su partido es un esquirol que juega a favor de Morena.

Como punto final, después del primer debate los miembros del Consejo General del INE hicieron evidentes las divisiones que hay al interior del Instituto, la presidenta de la Comisión de debates, Carla Humphrey, reveló la petición de cuatro consejeros que insistieron en ingresar al estudio donde se llevaría a cabo el debate, una petición que no era parte de los acuerdos y que generó molestia entre las consejerías.

Este primer debate sin duda dejó saldos interesantes respecto a cómo se tendrán que reorganizar de cara al futuro las fuerzas políticas, si bien el formato se debe mejorar sustancialmente lo cierto es que el debate ha mostrado las debilidades de todos los contendientes, en el caso de Morena, es claro que no tiene interés en entrar a una revisión a fondo de la actual gestión porque como lo evidenciaron las preguntas realizadas por la ciudadanía hay mucho por corregir, en el caso de la oposición lo que reveló el debate es que no cuentan con un proyecto y si lo tienen no son capaces de explicarlo de forma clara. Pero quizás lo más revelador del debate es cómo piensan resolver los problemas del país las candidaturas en caso de ganar, evadiéndolos como lo hizo Sheinbaum o sin tener la menor idea de cómo hacerlo como lo revelaron Gálvez y Máynez.


*Analista político e integrante de Integridad Ciudadana A. C. @ivarrcor @integridad_AC


IVÁN ARRAZOLA CORTÉS

El primer debate presidencial parecía haber dejado varias cosas claras, que hubo una ganadora clara y que las otras candidaturas habían perdido una buena oportunidad para acortar la ventaja frente a la puntera en las encuestas, sin embargo, el primer debate presidencial sacó a relucir los puntos débiles de todos los contendientes y de las instituciones electorales.

Sin duda, una de las campañas que más se cimbró fue la de la oficialista Claudia Sheinbaum, si bien fue la que mostró más aplomo y el mejor desempeño durante el primer debate, los silencios que la candidata guardó sobre los cuestionamientos a decisiones del Gobierno Federal generaron molestia en Palacio Nacional, se entendió como una especie de deslinde respecto al actual gobierno, fue tal la molestia que en diversas declaraciones posteriores al debate, la candidata de Morena tuvo que mencionar que faltaron cosas por responder pero lo haría en el posdebate y que durante el ejercicio defendió con el corazón el proyecto de la Cuarta Transformación.

La molestia se hizo más evidente cuando el presidente en su mañanera declaró que durante el debate no se reconoció nada de lo que ha hecho el Gobierno de la Cuarta Transformación, cuestionó las preguntas, cuestionó a los moderadores y el ánimo pesimista que predominó en el debate en temas como salud o educación, en su crítica de manera implícita cuestionó a la candidata de su partido al señalar que fue un debate en el que se resaltó lo malo y nadie defendió el proyecto transformador.

Lo que de alguna forma parece estar presente en este momento de tensión entre la candidata de Morena y López Obrador, es que Sheinbaum comienza a crecer de forma independiente después del debate, las dudas de que Sheinbaum era una candidata dependiente del apoyo presidencial y que no haría un buen debate fueron disipadas, la presión sobre Sheinbaum parece ir en el sentido de que no olvide quien la hizo candidata y que bajo ninguna circunstancia puede romper con el presidente en caso de ganar la presidencia de la República.

En el caso de Xóchitl Gálvez la campaña hizo crisis después del mal desempeño que tuvo la candidata de Fuerza y Corazón por México durante el primer debate. Desde que salió a dar sus primeras declaraciones después del debate la candidata lucía desencajada por lo que había ocurrido, culpó al formato por su mal desempeño, alegó que las reglas eran confusas y que para posteriores debates trataría de ser ella misma.

Pero lo cierto es que la candidata en los días posteriores no atinó en cuál era la estrategia que debía seguir para el control de daños, lo ideal habría sido que el equipo que la rodeó fuera el que diera la cara en el posdebate, en los principales espacios en medios nacionales el equipo de Gálvez lo hizo bien, sin embargo, Gálvez continuó dando declaraciones y en cada una de ellas generaba más dudas, sobre mostrar el Escudo Nacional de cabeza dio dos versiones, en redes dijo que mostrar el Escudo Nacional al revés fue una acción deliberada como una forma de protesta, en declaraciones señaló que se equivocó, posiblemente lo mejor para la candidata habría sido limitarse a cumplir con su agenda de presentaciones y dar la vuelta a la página al tema del debate sin dar más declaraciones.

Para rematar, Gálvez visitó el INE junto con los presidentes de la coalición para pedir a los consejeros que suspendieran las conferencias mañaneras del presidente y que el Instituto se encargara de hacer una campaña para evitar el uso faccioso de programas sociales, las dos propuestas de Gálvez fueran rechazadas por el INE, con eso cerró una semana complicada, Xóchitl desaprovechó una oportunidad para mostrarse presidenciable ante la ciudadanía y tratar de acercarse en las encuestas, lo del INE parece una acción desesperada de una campaña en la que el tiempo se agota y las preferencias no se modifican sustancialmente.

Por último, en el caso del candidato de MC, Jorge Álvarez Máynez, desaprovechó una oportunidad para generar capital político y mostrar que tiene un proyecto político propio, como su referencia a la “nueva política”. En la apertura del debate Claudia Sheinbaum mencionó que se discutirían dos proyectos, Máynez en lugar de responder que había tres proyectos, se dedicó a hacer una presentación de él y de su familia, a lo largo del debate cuestionó a la candidata de Fuerza y Corazón por México y no logró disipar las dudas sobre que su partido es un esquirol que juega a favor de Morena.

Como punto final, después del primer debate los miembros del Consejo General del INE hicieron evidentes las divisiones que hay al interior del Instituto, la presidenta de la Comisión de debates, Carla Humphrey, reveló la petición de cuatro consejeros que insistieron en ingresar al estudio donde se llevaría a cabo el debate, una petición que no era parte de los acuerdos y que generó molestia entre las consejerías.

Este primer debate sin duda dejó saldos interesantes respecto a cómo se tendrán que reorganizar de cara al futuro las fuerzas políticas, si bien el formato se debe mejorar sustancialmente lo cierto es que el debate ha mostrado las debilidades de todos los contendientes, en el caso de Morena, es claro que no tiene interés en entrar a una revisión a fondo de la actual gestión porque como lo evidenciaron las preguntas realizadas por la ciudadanía hay mucho por corregir, en el caso de la oposición lo que reveló el debate es que no cuentan con un proyecto y si lo tienen no son capaces de explicarlo de forma clara. Pero quizás lo más revelador del debate es cómo piensan resolver los problemas del país las candidaturas en caso de ganar, evadiéndolos como lo hizo Sheinbaum o sin tener la menor idea de cómo hacerlo como lo revelaron Gálvez y Máynez.


*Analista político e integrante de Integridad Ciudadana A. C. @ivarrcor @integridad_AC