El pacto de los tlaxcaltecas con los españoles determinó el éxito de la empresa de conquista de México-Tenochtitlan, y más adelante de regiones como la Huasteca, occidente, norte y sur del naciente virreinato; la visión de estos aliados se encuentra en el Lienzo de Tlaxcala, el cual fue analizado en la última conferencia del ciclo “Códices del encuentro”, como un documento plenamente vivo que sigue otorgando sentido de pertenencia e identidad a los habitantes del estado que lleva su nombre.
Las conferencias, organizadas por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH), tuvieron un éxito rotundo, al contar con la presencia de 638 asistentes en sus cinco sesiones y, debido a la difusión en redes sociales, el evento académico tuvo un alcance de 13 mil 60 personas. Asimismo, los videos de las transmisiones fueron reproducidos más de dos mil veces.
Baltazar Brito Guadarrama, doctor en Estudios Mesoamericanos y titular de la BNAH, explicó en su ponencia que con el Lienzo de Tlaxcala las autoridades de esa demarcación buscaban demostrar a la Corona española su derecho a recibir indulgencias y mercedes.
CÓMO SURGIÓ
La elaboración del manuscrito fue encargada por autoridades civiles a mediados del siglo XVI, concretamente a petición del virrey Luis de Velasco, para dar a conocer ante las cortes españolas la colaboración de Tlaxcala en la conquista del Nuevo Mundo, “razón por la cual este documento debe considerarse como una probanza de méritos, no de una persona sino de toda una provincia que se consideraba conquistadora al igual que los españoles.
Relató que, al parecer, se elaboraron tres originales del lienzo: uno fue enviado a España para Felipe II, otro permaneció en Tlaxcala, y el tercero se mandó a la ciudad de México; se desconoce el paradero de los mismos.
No obstante, se sabe que, en 1773 y con base en el que permanecía en mal estado de conservación en el Ayuntamiento de Tlaxcala, se encomendó elaborar una copia al pintor poblano José Manuel Yllanes del Huerto, la cual está bajo custodia de la BNAH. De manera que esta reproducción histórica —de 209.3 x 114.5 cm, elaborada en tela de algodón— devino en el “original” del Lienzo de Tlaxcala.
Brito abundó que alrededor de 1787, el regidor decano y alcalde ordinario del Ayuntamiento de Tlaxcala, don Nicolás José Faustinos Mazihcatzin (descendiente del señor de Ocotelulco, quien se alió con Hernán Cortés) realizó una interpretación del documento, cuya obra es conocida como Mapa Historiógrafo; el original y la copia se encuentran en la Biblioteca Nacional de Francia.
Con el Lienzo de Tlaxcala las autoridades de esa demarcación buscaban demostrar a la Corona española su derecho a recibir indulgencias y mercedes.
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