Durante muchos años, Edson Arantes do Nascimento fue considerado de manera inobjetable como el mejor jugador de futbol que pisó una cancha. Sus goles, logros, la habilidad que derrochaba en el campo y su liderazgo, hacían pensar que nadie podría igualar la obra del brasileño. Sin embargo, un ‘Barrilete Cósmico’ apareció para dividir para siempre la opinión de los amantes de la pelota en una pregunta que, hasta le fecha, no tiene una respuesta absoluta: ¿Pelé o Maradona?
Si la comparativa queda en aspectos meramente numéricos, el brasileño seguiría siendo indiscutiblemente el mejor de toda la historia. Su dominio se extendió durante tres copas del mundo, mismas en las que no solamente fue participante, si no un protagonista principal en cada certamen.
Suecia 1958, Chile 1962 y México 1970 fueron las justas mundialistas que atestiguaron al prodigio carioca. Sus anotaciones y las gambetas que dibujó en el césped son recordadas en la actualidad como joyas históricas de la redonda.
Poco más de una década más tarde, sería el momento de brillar para Diego Armando Maradona. La Copa del Mundo de México 1986 fue su máxima vitrina ante el mundo. Ya todos sabían de lo que era capaz, pero le hacía falta dejarlo de manifiesto ante los ojos de todo el planeta.
La famosa ‘Mano de Dios’ o el ‘Gol del Siglo’ contra Inglaterra son imágenes que no ha borrado el paso del tiempo. En sus hombros reposo la esperanza del segundo título mundial de la Albiceleste y el Pelusa no defraudó. Al igual que Pelé, el estadio Azteca lo vio levantar el trofeo más codiciado de todos
Pese a eso, el reinado de Diego no duró más. Perdió la final en Italia 1990 y dejó bochornosamente la competencia en Estados Unidos 1994 por un positivo en dopaje.
Fuera del campo, las personalidades de uno y otro han sido siempre opuestas. Mientras Pelé ha sido más reservado en muchos aspectos, Maradona ha estado diferentes ocasiones en el ojo del huracán por problemas con su vida personal.
Sin lugar a dudas, el planeta futbol seguirá dividido durante mucho tiempo más entre estos dos astros fuera de serie. Ni siquiera Lionel Messo o Cristiano Ronaldo se han acercado tanto a esa mesa donde Pelé y Maradona comen aparte de todos y en la que, a final de cuentas, Edson Arantes do Nascimento seguirá con los mejores argumentos para considerarse el más grande de la historia.
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