Abrazar debería tener prioridad diaria, pues, según la ciencia, es una de las actividades más benéficas para nuestra salud mental. A propósito del Día Internacional del Abrazo, que se conmemora cada 21 de enero, te contamos cuántos abrazos necesitas dar todos los días para ser una persona más feliz.
Investigadores de “Advanced Telecommunications Research Institute International”, de Japón, estudiaron la reacción química de parejas abrazándose luego de haber sido sometidas a una conversación incómoda de 15 minutos. El resultado del experimento fue una reducción significativa de cortisol en la sangre, la famosa hormona del estrés. En conclusión, los investigadores definieron que, a un adulto normal, le bastaría con un promedio de cuatro abrazos al día para ser feliz, independientemente de las situaciones presentadas, ¿cuántos llevas el día de hoy?
Lee también:➡️Abrazos, No Muros: por breves minutos, migrantes se reúnen con sus familias en la frontera
Por otro lado, la neurocientífica Susannah Walker, en un artículo publicado en periódico “The Guardian,” asegura que en la infancia estamos predispuestos biológicamente para buscar contacto físico con el objetivo de garantizar nuestra supervivencia.
En ese sentido, dice que los niños requieren una cantidad más grande de muestras de cariño incluso para regular su ritmo cardíaco y frecuencia respiratoria, reducir sus niveles de estrés, favorecer el crecimiento y contribuir a la formación y desarrollo del cerebro. Doce abrazos sería una cantidad mínima para ellos.
La ciencia de los abrazos
Te puede interesar:➡️Abrazos y más abrazos
La doctora Walker señala que los beneficios reconfortantes y gratificantes del tacto están arraigados en nuestra piel, que está inervada con una variedad de receptores sensoriales que nos informan el acontecer en la superficie de nuestro cuerpo.
Cuando recibimos el contacto de los brazos de alguien, los nervios de nuestro cuerpo envían señales a través de la médula espinal al cerebro, donde liberan una cascada de neuroquímicos. Uno de los químicos más notables entre estos es la oxitocina, hormona indispensable en los vínculos familiares y la tolerancia al dolor.
Resulta indispensable agregar que esta reacción solo ocurre cuando la interacción entre dos personas es condensada: “Solo cuando se desea un abrazo se sienten los efectos reconfortantes y gratificantes”, sostiene Walker.
Lee más:➡️¡Más amor, menos muros!, rompen récord mundial de abrazos en California
Luego de años de restricciones por Covid, aprovecha la reapertura de la convivencia social en estos días, libera oxitocina con un fuerte abrazo de las personas que estimas, bajo el respaldo de la ciencia.
Fuentes
Advanced Telecommunications Research Institute International